El director ejecutivo de la Fundación Progresa, promovida por Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Vergara, cuestionó los ejes planteados por el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera respecto a la política antidrogas y el rol del Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (Conace).
A su juicio, «el primer error conceptual que comete el presidente es tratar a todos los consumidores de drogas como enfermos. Esa visión sólo demuestra que se está trabajando en base a prejuicios. No podemos tolerar que miles de chilenos sean detenidos porque se fuman un pito en la plaza, mientras al mismo tiempo los narcotraficantes se toman las poblaciones», esgimió.
Vergara explicó que las medidas del Gobierno pretenden triplicar las oferta de rehabilitación a nivel nacional, además de ejecutar un trabajo conjunto con ministerios, sociedades científicas, ONG’s y Gendarmería, entre otros organismos, reconociendo que «son bienvenidos los anuncios», sin embargo planteó que el «mayor logro se conseguirá cuando quienes necesiten ayuda acudan por sus propios medios. Mientras se siga dando una guerra frontal contra los consumidores, recriminándolos y presumiendo que son micro traficantes, seguiremos estancados en políticas que han demostrado ser un fracaso en Chile y en otros países», sostuvo.
«Mientras la PDI monta Caballos de Troya en poblaciones vulnerables y se enorgullece de sus capacidades teatrales para trabajar encubiertos, en los barrios más pudientes las drogas circulan libremente y en mayores cantidades. ¿Se imaginan un montaje similar en la Plaza San Enrique? El estereotipo de compradores y vendedores sería muy diferente que los de barrio. Pero con ellos nadie se mete.» complementó Vergara.
El director ejecutivo del think tank ligado al ex diputado socialista, recalcó que «apoyaremos al presidente en la lucha contra el narcotráfico, pero no en la estigmatización de los consumidores. El uso de marihuana no es lo mismo que ingerir cocaína, heroína o pasta base. Tampoco es verdad que ciertas sustancias incentiven a caer en otras drogas. Es imperativo eliminar tabúes y no seguir legislando reactivamente, en base al pensamiento de las elites conservadoras y dogmáticas. Eso le hace muy mal a Chile», afirmó.
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