Tras finalizar el habitual pleno de los lunes, el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Juan Manuel Muñoz Pardo, se reunió en su despacho con el magistrado del Octavo Juzgado de Garantía de Santiago Luis Avilés para tomarle declaración, en el marco de la investigación sumaria que dirige contra el ministro Emilio Elgueta por un eventual «tráfico de influencias».
La diligencia responde a que el juez Avilés dejó una constancia por escrito de un llamado telefónico hecho el 27 de julio pasado por su superior jerárquico. En esa comunicación, según el documento, el ministro Elgueta le relató que había denunciado por violencia intrafamiliar a su segunda esposa, la psicóloga Alejandra Rebolledo, y que una orden de detención contra la mujer se tramitaría en su tribunal.
Los antecedentes sobre presuntas irregularidades en la conducta funcionaria del ministro Elgueta fueron revelados en la audiencia de formalización de su ex pareja, a quien él mismo denunció por el delito de lesiones, tras protagonizar ambos un altercado en las afueras del colegio de los dos hijos que tienen en común.
En esa audiencia, la defensa de la imputada alegó ciertas «irregularidades» que constaban en la carpeta investigativa del caso.
Por una parte, apuntó a la mencionada constancia -que da cuenta de un hecho anómalo- pero también a una posible comunicación del ministro Elgueta con el fiscal Matías Moya, quien tramitaba la causa por violencia intrafamiliar que lo mantiene enfrentado con su mujer.
Por este último hecho, la defensa de Rebolledo presentó una denuncia ante la fiscalía nacional la que, tras revisar los antecedentes, decidió abrir una indagación penal contra el fiscal cuestionado.
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