Las empresas lácteas Soprole y Nestlé propusieron al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), un nuevo programa de traspaso de sinergias, con beneficios concretos a consumidores y el canal tradicional, así como un contundente plan de mitigaciones, que incorpora inéditas exigencias en materia de gobierno corporativo, como complemento a las consultas que ingresaron en noviembre pasado para la creación de un Joint Venture lácteo.
Hace tres meses, ambas compañías sometieron a consideración de dicho tribunal una propuesta de alianza para la creación de una nueva empresa, DPA Chile. En esa consulta, ambas compañías propusieron una serie de medidas relativas a la conformación y operación de la administración y el directorio de la nueva empresa, con el fin de asegurar la total autonomía del JV respecto de Nestlé Chile y Soprole.
A través de un comunicado, las empresas proponen nuevos desarrollos que impliquen un menor desembolso para el consumidor en categorías tales como yogurt, bebidas lácteas y postres; Masificación del consumo de productos que entregan un beneficio específico para la salud de las personas, a través de nuevas propuestas de valor; Implementación de un mecanismo de estabilización de precios a consumidor para estos nuevos productos.
Mejorar la calidad de los servicios anexos que hoy ofrece el canal tradicional, en particular un mayor desarrollo y apertura de la infraestructura de cadena de frío para libre uso.
Junto con el plan descrito, Nestlé Chile y Soprole ingresaron al TDLC un plan que «elimina los hipotéticos riesgos de conductas anticompetitivas».
En ellos destacan la exclusión del JV las plantas de Temuco y Los Lagos de Prolesur, de manera de no afectar el patrón de compra de leche cruda de la IX y XIV Región -donde se concentra más del 70% de la producción nacional- e independizar estas zonas donde se determina la formación de los precios de este insumo a nivel nacional.
Por otro lado, reducirán la participación en recepción nacional de leche. La recepción total de leche del JV se reducirá a solo el 13%, concentrándose principalmente en la zona central.
Además plantearon el hacer contratos sin exclusividad entre el Joint Venture y productores: «Las compañías se comprometen a que el JV no suscribirá acuerdos de exclusividad con productores de leche cruda, y a extender esta medida a Prolesur y Nestlé Chile», señalaron.
En tanto, afirmaron que no subirán los precios por encima del IPC Alimentos y mantendrán la calidad en productos de los mercados de postres y yogurt donde se alcancen grados de participación relevantes, durante un plazo de tres años desde la materialización de la operación.
En cuanto al gobierno corporativo, las firmas propusieron un esquema que «garantiza que las decisiones del joint venture relativas a cualquier materia relevante relacionada con el mercado final o el primario, cuente con la participación decisiva de directores independientes, cuya designación estará a cargo de head hunters y será informada a la Fiscalía Nacional Económica (FNE)».
Además, Nestlé y Soprole modificarán los acuerdos internacionales, «de manera que en todo lo que puedan ser contradictorios en su aplicación, los términos del acuerdo para Chile, primarán por sobre cualquier otro». Así como se comprometieron a realizar una auditoría independiente anual, informada a la FNE.
Se realizarán auditorias independientes anuales, informada a la FNE, para colaborar con el rol fiscalizador de esta y permitir la supervisión del cumplimiento de las obligaciones asumidas como medidas de mitigación.
Las empresas también fortalecerán las medidas de gobierno corporativo para Prolesur, con miras a garantizar independencia respecto al JV, creando un comité de directores y eligiendo a un director independiente para que lo lidere.
En tanto, propusieron una aprobación previa del TDLC a eventuales futuras adquisiciones en el mercado lácteo, con el objeto de despejar cualquier inquietud respecto de que el JV sería el primero de una secuencia de negocios similares.
«Soprole y Nestle Chile tienen la más absoluta convicción de que el JV es una gran oportunidad de crecimiento para toda la cadena láctea, especialmente productores y consumidores. Chile tiene ventajas comparativas importantes para convertirse en un actor relevante a nivel mundial y el JV es un contundente aporte a este objetivo, dándole un potente impulso inicial», finaliza el comunicado.
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