El senador Alberto Espina (RN) destacó la reforma al sistema penitenciario dada a conocer este jueves por el Gobierno, enfatizando que la construcción de cuatro nuevas cárceles para segregar a los condenados según su grado de peligrosidad, «es el cambio más importante que se ha hecho en Chile, para tomar el toro por las astas e iniciar por primera vez el proceso de rehabilitación de los presos que cometen delitos menores, y de aislamiento de los que cometen delitos más graves».
El parlamentario recalcó que el plan del Ejecutivo marca el inicio de una etapa «totalmente distinta a la forma como esto se había abordado en el pasado».
En ese sentido, el legislador oficialista hizo ver que «la rehabilitación en nuestro país en la práctica no existe».
Por tanto, Espina puso el acento en que estos nuevos recintos penitenciarios van a permitir que «4.800 presos de baja peligrosidad puedan trabajar e incorporarse definitivamente a procesos de rehabilitación».
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