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Iglesia prepara lista de religiosos con problemas de abusos a menores


La Conferencia Episcopal de Chile dio a conocer este martes el nuevo protocolo que seguirá la Iglesia ante denuncias contra clérigos por abusos de menores.

Dentro de las disposiciones que más llamaron la atención está la creación de una lista de religiosos y sacerdotes que hayan pasado por los distintos seminarios de formación y que hayan tenido que dejar los votos por problemas relacionados con abusos a menores.

El Secretario General de la Conferencia Episcopal y Obispo Auxiliar de Valparaíso, Monseñor Santiago Silva, explicó que «cuando se trata de este tipo de motivos es evidente que el postulante no puede ingresar a nigún tipo de seminario. No hay en el sacerdocio cabida para este tipo de personas».

«Cuando un sacerdote que tiene estas complicaciones, que tiene estas dificultades comienza a moverse en el campo fuera del sacerdocio, en colegios o el trabajo con menores, es bueno también que la sociedad sepa por qué ese sacerdote tuvo que dejar el ministerio. Esa es la razón, se trata de prevención, de ayuda de poner cuidado para que esto no se vuelva a repetir», dijo Silva, aunque no aclaró si es que esa lista será pública.

Esa decisión será resorte del Consejo Nacional Para la Prevención de Abusos Contra Menores, que fue creado por la Conferencia Episcopal para dar celeridad a las denuncias y decisiones en torno a religiosos cuestionados y tendrá como tarea fundamental promover, orientar, supervisar y evaluar sus políticas de prevención en cada diócesis del país. Su labor, se dijo, no estará supeditada a casos de sacerdotes, sino que al conjunto de la sociedad como una forma de colaborar «en la superación de este grave problema».

En ese marco, Monseñor Silva zanjó la postura de la Iglesia en relación a personas de condición homosexual que sientan el llamado de Dios para ingresar a algún seminario. «No es conveniente que eso sea así. El sacerdocio es un servicio que se presta al interior de la iglesia y la sociedad y que requiere el don del celibato. Dentro de las normas que hemos recibido y dentro de la conveniencia en razón de la naturaleza y la misión de la Iglesia no es conveniente que un homosexual sea sacerdote», afirmó.

Otra de las novedades será la celeridad que se imprimirá en los procesos investigativos eclesiásticos. «Una de las cosas que no fuimos diligentes es con los plazos, entonces tratamos de no tropezar con la misma piedra. Este protocolo se trata de vida nueva, hemos vivido un tiempo de mucha muerte y eso es fuerte. Venimos saliendo de la celebración de la pasión y resurrección del señor y este protocolo significa eso: la propuesta de una vida nueva», reflexionó el Obispo Silva.

El nuevo protocolo amplía la posibilidad de recibir noticias sobre casos de abusos y que no sólo sean formalizadas a través de una denuncia firmada por escrito; además se establece que todas ellas serán investigadas para corroborar su verosimilitud y se abre a la posibilidad de que un laico preparado pueda investigarlas y no necesariamente un promotor de justicia. Finalmente se establece la imprescriptibilidad de los delitos relacionados con los abusos a menores de edad.

En relación al compromiso de la Iglesia a entregar los antecedentes a la justicia ordinaria, la abogada eclesiástica Ana María Celis, que será parte del Consejo Para la Prevención de Abusos, explicó que «no le corresponde a la autoridad eclesiástica denunciarlos, sino a la víctima. La legislación chilena no ha cambiado en ese sentido y tampoco lo puede hacer la Iglesia». Sin embargo, se explicó que en el caso de establecimientos educacionales religiosos, sí existe la obligación de dar a conocer cualquier tipo de denuncia ante la justicia civil.

upi/so

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