Para el vicepresidente ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), José Ignacio Escobar, este tipo de proyectos energéticos son una opción viable frente a los problemas en el sistema eléctrico dejados en evidencia por el apagón de septiembre último.
A juicio de Escobar «las energías renovables no convencionales (ERNC) deben ser parte importante de un portafolio realmente diversificado nuestra matriz. Esta cartera es justamente la que permitirá que el sistema eléctrico sea más eficiente y produzca energía más económica, segura y más estable para todos los consumidores».
El especialista destacó que las ERNC son flexibles y pueden integrarse tanto a los grandes sistemas interconectados como a pequeñas redes de distribución, lo que sumado a su facilidad de mantenimiento las haría una interesante opción para reforzar la seguridad del sistema eléctrico chileno.
«Las ERNC poseen características únicas que deben ser valoradas y entendidas en toda su magnitud. No son sólo amigables con el medioambiente, sino que además son extremadamente seguras en su abastecimiento, pues no requieren puertos, caminos ni puentes para transportar el combustible, y seguras en su operación, pues son extremadamente simples en su operación y mantenimiento», dijo.
«Además, su flexibilidad en tamaño las permite conectarse en tanto en grandes redes de transmisión como a pequeños sistemas de distribución. Del mismo modo, generan energía con recursos propios y con un aporte al desarrollo social y económico de las comunidades donde se emplazan», aseguró.
El ingeniero señaló que una de las alternativas para integrar adecuadamente las ERNC a la matriz energética es replicando el sistema de concesiones usado en otras áreas de la infraestructura nacional, de modo análogo a como se ha hecho en otros países.
«Una de las alternativas para una diversificación de la matriz con fuentes ERNC -a falta de otras posibilidades- sería replicar el sistema de concesiones que se ha utilizado exitosamente para obras de infraestructura vial en nuestro país. Así, mediante un sistema con incentivos a la inversión privada, garantizada por el Estado, se podría alcanzar la evolución necesaria en materia energética» señaló Escobar.
Uno de los problemas que a juicio del ingeniero retrasan el desarrollo de una matriz energética moderna es la concentración del sistema en pocas manos.
En ese sentido, llamó a «no tener miedo» a permitir el ingreso de nuevos actores, recordando que en función de las tecnologías actuales, los costos de las ERNC ya son competitivos y no requieren de subsidio alguno para poder operar en forma competitiva.
Argumentó que Chile es un país con potencialidad extraordinaria en producción de energías renovables, tanto en los variados tipos como en la capacidad generadora, recordando que «como país tenemos un gran potencial de energías renovables en todas sus formas, con más de 40.000 MW disponibles entre eólica, solar, hidroeléctrica, biomasa, biogas, mareomotriz. De esos, hoy día existen aproximadamente 4.000 MW de proyectos para ser construidos antes del 2020 por empresas de clase mundial».
Finalmente destacó que se están dando pasos en la dirección correcta, en el sentido de discutir el porcentaje de la matriz reservado a este tipo de emprendimientos.
«Actualmente la Comisión de Energía y Minería del Senado discute el proyecto que permitiría que la matriz energética cuente con un 20% de ERNC al año 2020. Considerando que actualmente sólo contamos con aproximadamente 600 MW de ERNC operando en Chile, que representan menos del 3% del total de generación eléctrica, sería un gran paso», recalcó.
«No obstante, esto puede ser una realidad siempre y cuando se hagan las modificaciones regulatorias necesarias para que los proyectos ERNC compitan en igualdad de condiciones en un mercado como el chileno», sentenció.
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