El «sorprendente dinamismo» del empleo en el trimestre octubre-diciembre y que «por primera vez en los últimos ocho meses» se aceleró, sumado al crecimiento de las ventas del comercio de diciembre, llevó hoy a la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) a estimar un Imacec del orden de 4,2%» para ese mes.
Comentó que la categoría ocupacional que explica este punto de inflexión es fundamentalmente el empleo asalariado, que tuvo un giro en su trayectoria. «Su tasa de crecimiento en 12 meses subió de 3,9% en el trimestre terminado en noviembre, a 5% en diciembre. En la medición mes a mes, esto significó que durante diciembre se crearon 120 mil nuevos empleos asalariados, en lugar de los 33 mil de noviembre, 25 mil de octubre y 6 mil de septiembre», dijo.
Además, la presión por nuevas plazas laborales fue amplia, ya que «no sólo abarcó al sector agrícola, típicamente estacional, sino que también al comercio, construcción, administración pública, salud, financiero, inmobiliario, hotelería y servicios básicos. Sólo el sector manufacturero escapó a esta generalizada ola creadora de ocupaciones, y en menor medida transporte», explicó.
A estas alturas, estos antecedentes del mercado laboral tienen dos ámbitos de alcances, comentó CCS. «Uno, de tipo coyuntural, que plantea nuevamente incógnitas acerca del rimo de desaceleración de la economía chilena» y que ha juzgar por el Imacec y las cifras de empleo «ha ido más lento de lo previsto. Y segundo, está relacionado con el agotamiento de las holguras en el mercado laboral, ya que economía chilena opera sin lugar a dudas a pleno empleo, presionando salarios reales y la estructura de costos de las empresas y arriesgando cuellos de botella en el crecimiento de los próximos años», explicó.
Por otra parte, dijo, al analizar la fuerza laboral disponible, se aprecian síntomas evidentes de agotamiento de capacidades. La tasa de desempleo se ubicó en 6,6%, un mínimo histórico, la tasa de crecimiento de la fuerza laboral ha caído rápidamente desde 5% a comienzos de año a 2,3% en el cierre del año y los salarios reales se mantienen creciendo por sobre el 2%, pese al menor crecimiento económico.
CCS reiteró su diagnóstico de que la política monetaria seguirá enfrentando el dilema entre los riesgos externos, los síntomas de rebrote inflacionario, matizado por una menor actividad general, pero que se mantiene dinámica en el caso de la demanda interna y el empleo. «La decisión de recorte en la tasas de interés en enero, sin embargo, es evidencia de que el Banco Central percibe que por ahora la balanza se carga hacia las amenazas al crecimiento que enfrenta la economía chilena en los próximos trimestres», agregó.
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