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Comandante Rojas: ‘Nunca hemos querido distorsionar ni ocultar información’


El comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general del Aire Jorge Rojas, afirmó ante la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados que investiga el accidente del CASA 212 en Juan Fernández, que la institución no ha querido distorsionar información, ni menos ocultarla, y desestimó que el peso de la aeronave pueda ser una causal del siniestro en el que murieron 21 personas.

El general Rojas permaneció en la comisión de Defensa por casi tres horas, espacio en el que expuso los antecedentes respecto del accidente en el archipiélago y respondió las consultas de los parlamentarios respecto del accidente ocurrido en septiembre del año pasado.

A su salida de la instancia especializada, el comandante en jefe de la FACh pidió «dejar que las instituciones funcionen, que sea el ministro en visita el que determine las causas del accidente y no se hagan elucubraciones en torno a informaciones parciales, incompletas y a veces irresponsables que algunas personas o entidades entregan a la opinión pública».

Aseguró que la Fuerza Aérea tiene el más alto compromiso de esclarecer con el máximo de transparencia la verdad sobre este accidente, y agregó que «aquí no hay defensas corporativas y se van a adoptar todas las medidas necesarias y se van a establecer todas las responsabilidades que sean necesarias para esclarecer este accidente».

Reconoció que en este caso, la Fuerza Aérea ha tenido falencias en el tema comunicacional en los primeros instantes del accidente, «porque no estábamos preparados para enfrentar un accidente, nadie está preparado para enfrentar un accidente en una posición insular» pero «reenfatizó» que la Fuerza Aérea «siempre dijo la verdad, la verdad que tenía en ese minuto, con los antecedentes que contaba en ese minuto que no necesariamente eran definitivos».

Ante la comisión, agregó que «nosotros nunca hemos querido ni distorsionar la información, ni menos ocultarla», y que la Fuerza Aérea «no ha entrado en contradicciones. A lo mejor no ha sido lo suficientemente comunicativa y no ha podido contrarrestar la comunicación entregada por algunos sectores a través de la prensa, lo que pudo generar confusión en la opinión pública».

Rojas manifestó que «todos los antecedentes que han sido solicitados y que la Fuerza Aérea cree que es necesario para los procesos investigativos que se sustancian, han sido entregados al ministro en visita en todo momento, y el grueso de todos los antecedentes relacionados que se han ventilado en la prensa se han entregado al ministro en visita el 29 de noviembre del año pasado. Obran en poder de los tribunales todas las informaciones necesarias que se requerían para este proceso investigativo», precisó.

Respecto a la renuncia del general Carlos Bertens, el comandante en jefe aclaró ante los diputados que «tomé la decisión de solicitarle la renuncia el 12 de abril, cuando me di cuenta de que para la FACh era tremendamente importante que se le hubiera entregado al ministro en visita la información que solicitó dentro de un plazo razonable. Adicionalmente encontré que el informe inicial no contenía todos los elementos necesarios que debieran haber sido informados al ministro en visita en relación a los efectos que producía el cálculo de peso solicitado».

«No veo una malevolencia, ni un afán de ocultar información por parte del comando de Combate, sino un retraso de carácter burocrático. Lo reconocemos como un error inaceptable y creemos que un plazo razonable habría sido de 15 a 30 días. Sesenta días es excesivo», acotó.

Respecto a las informaciones que apuntan a un eventual sobrepeso de la aeronave, Rojas desestimó que ésta sea la causa del accidente, precisando que «habiéndose sobrepasado aproximadamente 164 kilos el peso al suelte de frenos, al momento del despegue eran 134 kilos y a menos de 20 minutos después el avión estaba en su peso absolutamente normal. En consecuencia, 2 horas cincuenta y tantos minutos después de vuelo, al llegar a Juan Fernández, el avión se encontraba absolutamente dentro de los parámetros de peso y balance normales para un aterrizaje porque había consumido más de una tonelada de combustible. En consecuencia, no habría una causal directa entre el mayor peso de despegue con las causas del accidente que se investigan», manifestó.

Agregó que «se pudo cometer errores de alguna naturaleza, pero tenemos la certeza que el avión estaba en las mejores condiciones de mantenimiento en relación a las resoluciones de ingeniería que tomó la Fuerza Aérea con sus propias capacidades y profesionalismo, y en conformidad a la normativa del fabricante».

Sobre la posibilidad de renunciar a su cargo, dijo a los diputados que «soy un funcionario del Estado, soy el comandante en jefe de la FACh, que es un cargo de exclusiva confianza del Presidente. En consecuencia, mi cargo está a disposición de su excelencia cuando lo estime conveniente, pero en mi carácter de comandante en jefe en el momento del accidente es responsabilidad del comandante en jefe dirigir la institución, y un comandante en jefe no puede renunciar sin haber establecido todos los procesos relacionados a mantener la conducción de una institución de la defensa nacional como es la Fuerza Aérea».

Upi/so//

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