El vocero de la Concertación, Osvaldo Andrade, aseguró que «cualquier evento que no tenga como eje central de su convocatoria la unidad del bloque opositor, nos parece que es un error», en alusión al encuentro «Ciudadanía y política» que organizan, entre otros, el PPD, el PR, el PC y el MAIZ para el próximo 14 de julio en la sede del Congreso en Santiago.
«Así como retrasar el cumplimiento de los acuerdos del 5 de octubre era incumplir los acuerdos de ese documento, realizar eventos parciales que no convocaran a la totalidad de la oposición también era un incumplimiento de los compromisos del 5 de octubre», recalcó.
El timonel afirmó que su colectividad no ha sido invitada a la cita política y de movimientos ciudadanos y que, de producirse, será evaluada la participación del PS. Tampoco ha sido invitada la DC.
Por su parte, el primer vicepresidente del PPD, Pepe Auth, tras participar en la reunión de los timoneles de la Concertación de los días lunes, defendió la realización del evento.
«Nadie pone en discusión el derecho y lo positivo que es que se restablezca diálogo social. Y esta iniciativa, que es completamente transversal, porque hay parlamentarios de todas las bancadas opositoras, es una iniciativa que se inscribe dentro del esfuerzo de caminar hacia una nueva mayoría social. No tienen nada que ver con lo que algunos conceptualizan como el bloque de izquierda. Eso no existe en la cabeza de ninguno de nosotros», enfatizó.
Sobre la incomodidad manifestada por la Falange, el diputado del PPD aseguró que «nadie se puede sentir acorralado porque los otros desarrollan su identidad. Si uno se siente acorralado lo que tiene que hacer es desarrollar su propia identidad y vocación como partido de centro. La alianza de centro izquierda necesita una Democracia Cristiana bien plantada en el centro, con fuerte vocación y orgullo de su condición».
Andrade aseguró que en la cita de los presidentes de los partidos de la Concertación manifestó que de «persistir, señales, acciones inequívocas de falta de unidad de la Concertación y, por esa vía de la oposición, estamos poniendo en riesgo la efectividad de la ex presidenta Michelle Bachelet. En consecuencia, cada uno asuma su responsabilidad al respecto».
El portavoz del conglomerado opositor aseveró que también expresó su preocupación por la falta de unidad y de acuerdos en las últimas actuaciones de la Concertación, por ejemplo, en la falta de votos para aprobar la reforma constitucional de la cifra «120», en el tema del salario mínimo en el Senado y en las declaraciones del timonel del PPD, Jaime Quintana, en el reciente Consejo General de su colectividad, donde pidió acelerar el «rito de la muerte» del conglomerado.
Sobre las declaraciones de Quintana, el senador de la DC, Jorge Pizarro, afirmó que «parece que tiene una obsesión con el tema de la muerte. Yo no sé si se dedica al negocio funerario, pero realmente lo que importa aquí es que la Concertación, desde la oposición, sea capaz de construir una nueva mayoría y para eso tiene que sumar más actores para tener una plataforma programática común que interprete esa nueva gran mayoría».
«Y eso se hace sumando, se hace con sentido de unidad, sin divisiones, buscando fortalecer una alternativa real de Gobierno y para eso no hay que matar a nadie. Al revés, hay que tener sentido positivo hay que actuar buscando el bien común y dejar de lado los proyectos personales, ya sea de liderazgos individuales o de determinados
partidos. Y esa unidad no se hace matando a nadie», recalcó Pizarro.
El senador, dijo, coincidir con Quintana en que la materialización de la nueva mayoría política y social de la oposición avanza muy lenta, pero le llama la atención que el timonel del PPD haya postergado el conclave que estaba programado para hoy 9 de julio.
Según el presidente de la DC, Ignacio Walker, si «nosotros nos izquierdiamos y hacemos un giro a la izquierda, ese sector del centro político y los sectores medios que votan por la derecha van a seguir votando por la derecha. Y por lo tanto, vamos a estar facilitando la elección de un nuevo gobierno de derecha. O sea, 2 más 2 son 4».
«A quién le puede caber duda en Chile que la alternativa de Gobierno a la Concertación está hacia la derecha y no hacia la izquierda. O no hemos tomado nota que Sebastián Piñera le ganó a Jorge Arrate el año 2009, el 2010», advirtió.
A su juicio, la única forma de interpretar a la mayoría social y política en Chile es a través de una alianza de centro izquierda que sea capaz de recuperar al centro político y los sectores medios que votaron por la derecha y que están decepcionados de haber elegido al actual Gobierno.
«Por lo tanto, en la Democracia Cristiana no hay dos opiniones. Nuestra política de alianzas es la Concertación y esta tiene que ser el germen, el liderazgo tendiente a interpretar a una nueva mayoría social y política, con una doble vocación: de gobierno y mayoría. No somos nosotros los que hemos hablado de un giro a la izquierda o de una política desde la izquierda. Lo único que digo responsablemente es que eso tiene dos efectos: reconstituir en Chile los tres tercios y facilitar la elección de un segundo gobierno de la derecha», enfatizó.
Para resolver los temas de la unidad de la oposición y para concretar los acuerdos del documento del 5 de octubre del 2001 sobre la construcción de una nueva mayoría política y social y una plataforma programática, el vocero de la Concertación anunció que en la próxima reunión de la Concertación se ratificará un cronograma de trabajo para detallar los compromisos.
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