El diputado radical, Alberto Robles, se refirió a la propuesta del Gobierno sobre salario mínimo y fue enfático en vincular esta discusión a un tema que radica en «cómo asumir por parte del Estado la superación de la pobreza».
En Chile, sostuvo el parlamentario, «la política de salario mínimo debe estar orientada en este sentido, fortaleciendo a los sectores más desprotegidos y promoviendo la participación de los trabajadores en una mejor distribución de la riqueza».
Agregó que un Estado que asegura una definida política salarial, otorga protección a quienes sufren actualmente el abuso laboral, percibiendo sueldos por debajo de lo mínimo establecido.
A juicio de Robles, «el proyecto presentado por el Ejecutivo no es riguroso con el rol que le corresponde y mucho menos recoge la necesidad de más de un millón de chilenos que hoy reciben el sueldo mínimo, pertenecientes a hogares en que, por lo general, es un solo el ingreso que se registra y que afecta a un grupo familiar de tres o cuatro personas, lo cual finalmente termina afectando a más de 4 millones de chilenos».
El legislador llamó al Ejecutivo a responder «con sinceridad y dar a conocer a todos los chilenos que el sueldo mínimo líquido que promueve, es tan solo de 154.400 pesos, que exclusivamente cubre un 54% de la línea de pobreza de un hogar compuesto por cuatro integrantes».
De acuerdo a cifras, que hoy se manejan públicamente, advirtió que «es posible llegar a un sueldo mínimo superior a los 270 mil pesos, según lo demostrado en un análisis económico serio promovido por la Fundación Sol».
«Esta iniciativa es mucho más solidaria y racional que la propuesta del Gobierno», según Robles, no es imposible concretar, considerando que actualmente Chile es el segundo país del cono sur con el mayor ingreso per cápita, más de 15 mil dólares a diferencia de otros países.
«A pesar de esto, nuestro país mantiene un sueldo mínimo mucho más bajo que el de Argentina, Paraguay, Ecuador, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela y Brasil que han consolidado una política salarial que año a año va en ascenso en referencia al PIB ajustado», precisó.
«Hoy Chile no requiere indicaciones presentadas entre cuatro paredes que busquen crear una cierta institucionalidad que supere la discusión del salario mínimo, sin tomar en cuenta la opinión de los principales actores en esta materia», finalizó.
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