El seleccionador nacional, Claudio Borghi, zanjó en Quito definitivamente el caso de la ausencia de Jorge Valdivia en las nominaciones, asegurando que el hombre de Palmeiras “no está porque creo que no debe estar”.
En un extensa conferencia de prensa en el hotel de concentración en Ecuador, a menos de cuatro días de entrentar al cuadro del Guayas, por las Eliminatorias Sudamericas, Borghi rompió su silencio de más de un mes, aclarando que no hablaba primero “por la prohibición de la FIFA” (tras la derrota ante Colombia) y después “por recomendación de los abogados de la Federación (de Chile)”, para no entorpecer la defensa por la sanción de cinco partidos, rebajada a cuatro finalmente.
Parte de la atención periodística se centró en el ‘Caso Valdivia’, luego que el ‘Mago’ encarara públicamente al DT criollo para que explicara por qué no lo citaba a la ‘Roja’.
“No puedo dar explicaciones por cada jugador que no cito. Lo voy a decir por última vez, no puedo negar el cariño por Valdivia. Pero no está porque no creo que no debe estar. Por ejemplo, Nicolás Córdova es casi mi hijo y no lo cito”, argumentó.
Volviendo al tema de la rebaja de la pena por los supuestos insultos al cuerpo arbitral en Venezuela-Chile, de junio pasado, Borghi defendió su accionar: “hoy nos enteramos del fallo de FIFA, que nos pone muy contentos para seguir luchando. Agotamos todas las instancias reglamentarias (…) ahora acudiremos al TAS, revisamos todas las imágenes, nacionales e internacionales, y en ninguna se me puede acusar de insultos (…) he sido elegido dos veces el DT más correcto en Chile y una vez en Argentina”
“Acato completamente el fallo, pero tengo algunas instancias para seguir peleando. Seguiré en forma personal intentando lavar el nombre mío y el de la selección nacional (…) me coartan la libertad de trabajo. Hubiese entendido si fuera por tiempo, pero está muy bien estipulado los partidos que no podré dirigir. Reviso y el árbitro ahora no está dirigiendo. Me siento un poco cortado en lo que puedo hacer en mi trabajo”.
Borghi no se había referido a la dolorosa derrota 1-3 ante Colombia del pasado 11 de septiembre y fue muy autocrítico. “El partido con Colombia nos dejó sensaciones feas, jugamos mal. Nos quedamos con la sensación de que fuimos muy opacos. Evidentemente después de la expulsión de Gary (Medel) no costó más. Tuvimos intenciones de hacer algunas cosas, pero Colombia nos ganó bien, con buenas armas. El resultado fue justo”, analizó.
Eso sí, descartó por completo la posibilidad de haber presentado la renuncia en un periodo de mucha incertidumbre, amplificado por su silencio autoimpuesto: “Jamás se me pasó por la cabeza. No se de dónde sacan eso. Las especulaciones del periodismo son libres, pero estan muy lejos de eso. Nunca pasó por mi cabeza irme”.
En cuanto al duelo del viernes ante Ecuador, reconoció que “venimos con mucho respeto. El último partido (amistoso en Nueva York, 0-3), fue muy desfavorable para nosotros. Tienen jugadores actuando a muy buen nivel y tienen velocidad. Perdieron a (Antonio) Valencia (suspendido), un jugador muy importante. Trataremos de contrarrestar el buen juego y la altura, para hacer partido ofensivo y aguantar físicamente. Aún no podemos confirmar el equipo, porque no hemos hecho fútbol”.
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