El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, reconoció este domingo que desde la transición política, Chile ha sido un ejemplo de alternancia democrática y de desarrollo económico y social.
El delegado sostuvo tras la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (CELAC-UE) que aunque los retos a los que el país se enfrenta siguen siendo importantes, «el progreso registrado es un tributo a su modelo de abertura, integración e interacción con otras regiones del mundo».
«Aunque esté mirando hacia el Pacifico, su corazón sigue siendo Atlántico, espacio al que nunca volvió las espaldas. A lo largo de la historia, el Atlántico nunca funcionó como zanja, sino como puente. El intercambio de ideas, personas, comercio, inversiones se ha mantenido siempre intenso, ayudando a forjar la comunidad de destino que es el espacio euro-latino-americano y caribeño», dijo Barroso.
En la ocasión dijo que «nuestras regiones representan más de mil millones de personas, cerca de un tercio de los países miembros de las Naciones Unidas, un cuarto del PIB mundial. Juntos podemos hacer la diferencia en las grandes cuestiones globales. No por fatalidad, sino por elección y convicción».
Por ello dijo que el tema central de la Cumbre fue una gran relevancia para ambas regiones. Los intercambios económicos, junto a la comunidad de valores y el diálogo político, constituyen uno de los pilares de las relaciones entre ambos bloques. Los flujos comerciales han doblado en la última década hasta alcanzar los 202 mil millones de Euros. La red de acuerdos que hemos ido tejiendo a lo largo de los años ha contribuido substancialmente a ello.
«En materia de inversiones las cifras de 2011 confirman que la Unión Europea sigue siendo la principal fuente de Inversión Directa Extranjera: más del 40% en la región. Y la inversión de América Latina y el Caribe en Europa crece progresivamente», explicó.
Y para apoyar la iniciativa privada europea y el desarrollo económico en América Latina y el Caribe, la Unión Europea ha lanzado varios programas de incentivo al comercio e inversiones como la Facilidad para las Inversiones.
La voluntad política de atraer inversiones – a través de una actitud receptiva y abierta – debe ir unida a la responsabilidad. Para el fomento de inversiones que contribuyan no sólo al crecimiento sino también a objetivos sociales y medioambientales, para eso es fundamental garantizar un marco jurídico transparente y estable que respete las normas internacionales y evite el proteccionismo y la arbitrariedad.
PIÑERA PIDE A LÍDERES DE CELAC-UE «PONER EN PRÁCTICA Y CUMPLIR COMPROMISOS ASUMIDOS
El Presidente Sebastián Piñera, pidió a los líderes de la Unión Europea y de América Latina y El Caribe que contribuyan a materializar los acuerdos alcanzados durante la I Cumbre Celac-UE, que finalizó hoy en Santiago.
«Hemos acordado un curso de acción, pero esto no es el fin, esto es recién el comienzo. Y por tanto, quiero urgir al presidente del Consejo y al presidente de la Comisión Europea, y nosotros también asumir nuestra responsabilidad de poner en práctica, llevar adelante y cumplir los compromisos que hemos asumido en esta Cumbre, para que no solamente sean buenas intenciones, sino que resultados reales y concretos que permitan una mejor calidad de vida a nuestros pueblos», enfatizó el mandatario.
Sostuvo que esto será posible «a través de una nueva relación, más simétrica, más horizontal, más directa, más franca, mirándonos como aliados y como socios, no solamente para enfrentar nuestros propios problemas y desafíos, a través, por ejemplo, de nuevas inversiones más responsables en el campo social y en el campo ambiental, sino que también unir fuerzas para que esta comunidad de países a ambos lados del Atlántico, que representamos un tercio de los países de Naciones Unidas, podamos también hacer un aporte más sólido y más fecundo a problemas que afectan a la humanidad entera, incluyendo la modernización de los organismos internacionales y mayor coordinación en políticas, tanto económicas como de seguridad social y ambientales entre todos los países del mundo».
En esa línea, explicó que «se lograron acuerdos que van a generar resultados muy concretos», ya que «la tendencia es una sola: aumentar los lazos de libre comercio entre Europa y la Comunidad de América Latina y el Caribe».
Añadió que «en la Declaración de Santiago se hace expresa mención de la necesidad del libre comercio y la necesidad de mayor certeza jurídica», subrayando que «el proteccionismo y la arbitrariedad son precisamente los obstáculos que tenemos que superar para poder crear esta nueva alianza estratégica entre Europa y América Latina y el Caribe».
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