Tras conocer el Informe Anual 2013 sobre Derechos Humanos en Chile, el diputado DC, Sergio Ojeda, compartió las principales preocupaciones manifestadas por la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Lorena Fries, asegurando que «aún en Chile hay prácticas de excesiva violencia por parte de las fuerzas de orden, aún hay acciones que rayan en la tortura y resabios que Chile debe desterrar por completo para garantizar la defensa de los Derechos Humanos».
Ojeda recalcó al respecto que «en este contexto aún débil, vemos por contraste, iniciativas como la llamada ‘Ley Hinzpeter’ o aquella que aumenta sanciones por insultos a Carabineros, que claramente no contribuyen a terminar con esta sensación de abusos que tiene la ciudadanía. Hay una agenda que ha impulsado este gobierno que en lugar de proteger los derechos esenciales, francamente los ha debilitado».
En ese sentido, integrante de la Comisión de DD.HH. de la Cámara de Diputados, Sergio Ojeda, explicó que «el informe entregado hoy de manera pública deja de manifiesto que gran parte de la ciudadanía siente que aún hay vulneración de los derechos ciudadanos en nuestro país, las personas sienten que todavía faltan cambios reales en la institucionalidad que sus derechos son pasados a llevar en temas de salud, medio ambiente, trabajos, salarios hay una enorme percepción de desigualdad en la gente».
El legislador planteó que «gran parte de la sociedad percibe que aún en nuestro país las fuerzas de orden sobrepasan los límites de sus facultades, en 2012 hubo denuncias de cinco casos diarios de violencia innecesaria en procedimientos de Carabineros, en el año 2013 aumentaron las causas abiertas por este tipo de abusos y lo peor es que el Gobierno envía leyes al Congreso que lo único que buscan es aumentar este abuso de poder».
Por otra parte, el parlamentario se refirió al capítulo en que se trata el tema de la discriminación que sufren grupos específicos «lamentablemente todavía en nuestro país se ejercen vulneraciones a los derechos de los pueblos indígenas, no se les respeta como pueblos originarios, se les discrimina y ellos siguen sintiendo que Chile no respeta el convenio 169 de la OIT y es comprensible esta percepción por que el Estado aún no es capaz de garantizar el respeto y la dignidad de los derechos de estos pueblos».
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