La diputada de Renovación Nacional, Marcela Sabat, manifestó que su permanencia en esta colectividad tiene que ver con que el presidente del partido, Carlos Larraín, y la mesa directiva «den un paso al lado».
«Si yo me quedo es porque hay muchísimos militantes que tienen la ilusión de que saliendo la mesa directiva actual se pueda conformar una nueva mesa con nuevos rostros y nuevas ideas, así como quizás lo hizo un Alberto Espina a los 35 años, lo pudiéramos hacer nosotros. Cristián Monckeberg presidiendo lógicamente, con el apoyo de muchísimos militantes y eso tiene que ver, por supuesto, con que la mesa actual dé un paso al lado», dijo la parlamentaria sobre su eventual permanencia en el partido.
Sabat apuntó que hace tiempo Larraín debió dar un paso al costado, «sobre todo por las últimas declaraciones. Creo que cuando un presidente en vez de llamar a la unidad hace declaraciones despectivas, hace declaraciones que lo único que hacen es simplemente desafectarse más del partido, no ayuda en nada y habla que desde ahí viene una crisis, desde ahí estamos en crisis», sostuvo.
La legisladora mencionó que la renuncia de los diputados Karla Rubilar, Joaquín Godoy y Pedro Browne no es aislada y recordó que durante el mandato de esta mesa directiva, también dimitió el senador Antonio Horvath, Carlos Cantero y posiblemente la senadora Lily Pérez, además de la renuncia del diputado Roberto Delmastro, «y eso no es casualidad», acotó.
«Algo ha ocurrido con esta mesa directiva que lamentablemente ya no da más. Si yo me quedo en Renovación Nacional va a ser única y exclusivamente porque hay militantes que tienen la esperanza que esto dé un vuelco, que Carlos Larraín y esta mesa directiva den un paso al lado y le entregue el mando a personas que no tienen proyectos políticos personales, sino que quieren devolverle la mística, la convicción y sobre todo el trabajo colectivo que necesita un partido como Renovación Nacional el día de hoy».
La parlamentaria además defendió el período de reflexión en que se encuentra para decidir su permanencia o no en la colectividad.
«A mí que nadie me venga a apurar, ni el presidente de Renovación Nacional. Tengo todo el derecho, por la gente que represento, a demorarme el tiempo que yo estime conveniente. Una renuncia a un partido como es Renovación Nacional no es una renuncia a cualquier cosa, depende de convicciones, depende de un trabajo humano, depende de efectivamente de las relaciones que se han tenido durante años donde uno lucha por ideas, y esas son las ideas que queremos volver a recuperar y que se perdieron al mando de esta mesa directiva», manifestó.
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