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Altos créditos de la banca privada complican planes de Dilma Rousseff por reactivar su economía


Los bancos brasileños cobran más por los préstamos para el consumo en momentos en que el banco central reduce las tasas de interés, lo que limita el impacto del plan de la presidenta Dilma Rousseff de reanimar el crecimiento mediante la reducción de los costos crediticios a un bajo nivel cercano a un récord.

La tasa promedio de los préstamos bancarios a individuos aumentó a 45,5 por ciento en marzo, mientras que era de 43,8 por ciento en diciembre, el tercer mes consecutivo de incremento, según datos preliminares que difundió el banco central el lunes. La brecha entre las tasas de préstamos para el consumo y las tasas de interés de referencia aumentó a 3.575 puntos básicos, o 35,75 por ciento, la mayor cantidad desde julio de 2009.

Los intentos del gobierno de impulsar la economía mediante la reducción de los impuestos a los préstamos para el consumo y el recurso de bajar la tasa de interés más que cualquier otro gobierno del Grupo de los 20 países más industrializados, se han visto afectados como consecuencia del mayor aumento de los impagos de consumidores desde 2002, lo que llevó a los bancos brasileños a cobrar más por los préstamos. La tasa promedio de los préstamos bancarios chilenos a individuos era de 29,3 por ciento el 15 de marzo, lo que lleva la brecha con la tasa de 24 horas del banco central a 2.430 puntos básicos.

“En Brasil no hay relación entre las tasas que pagan los consumidores y la tasa de interés de referencia”, dijo Michael Shaoul, presidente de Marketfield Asset Management, que tiene sede en Nueva York y administra US$1.500 millones de fondos de clientes. “No es que la Selic no tenga efecto, sino que no lo tiene en ese sector de la economía”.

Reducir la brecha

Los contratos de futuros de tasas de interés indican que los operadores apuestan a que el banco central reducirá la tasa Selic a 9 por ciento para mayo, mientras que en la actualidad es de 9,75 por ciento. Los rendimientos de los bonos brasileños con denominación en reales y vencimiento en 2021 han declinado 45 puntos básicos, a 11,21 por ciento, desde que el banco central empezó a bajar las tasas en agosto.

El ministro de Hacienda, Guido Mantega, se reunió este mes con los máximos responsables ejecutivos de Banco do Brasil SA y Caixa Económica Federal, que controla el estado, para analizar formas de reducir la brecha entre la tasa de interés del banco central y las tasas que pagan los consumidores.

El Ministerio de Hacienda de Brasil quiere que Banco do Brasil y Caixa Económica Federal reduzcan las tasas de interés a los clientes para contribuir a estimular el crecimiento económico y aumentar la competencia bancaria, dijo un funcionario gubernamental familiarizado con las conversaciones.

No hay nada que justifique el aumento de febrero de las tasas de interés promedio que los bancos cobran a los consumidores, dado que los costos de financiamiento declinan y los niveles de impago no han experimentado cambios, dijo el funcionario, que no quiso que se revelara su identidad porque las conversaciones no son públicas.

El gobierno quiere que los bancos que controla el estado encabecen las reducciones de tasas de interés para obligar a otras instituciones financieras a seguir sus pasos.

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