Barclays Plc tiene que encontrar un sucesor de Robert Diamond que sea la antítesis del banquero de inversión estadounidense como primer paso para recuperar la confianza política.
Diamond, de 60 años, renunció la semana pasada luego de que el banco con sede en Londres recibiera una multa récord de 290 millones de libras (US$449 millones) por tratar de manipular la tasa interbancaria de Londres, tasa de interés de referencia para más de US$360 billones en títulos valores.
“El nuevo máximo responsable ejecutivo tendrá un estilo de inversión mucho menos temerario que el de Bob Diamond”, dijo Alan Beaney, que colabora en la gestión de 200 millones de libras que incluyen acciones de Barclays en RC Brown Investment Management Plc de Bristol, Inglaterra. “Volverán a alguien de la banca minorista para dirigir el banco”.
El prestamista británico enfrenta una investigación penal y presiones políticas para poner límites o separar la división de banca de inversión que desarrolló Diamond a partir de la banca de consumo durante sus 16 años de carrera en Barclays. La división generó el 61 por ciento de las ganancias del banco antes de impuestos en el primer trimestre. La semana pasada, en una audiencia en el Parlamento, los legisladores preguntaron si la cultura del banco de inversión estaba “podrida” y si él vivía en un “universo paralelo”.
“La cosa se ve horrible”, opinó Jim Preen, que asesora a las compañías sobre las relaciones con los medios y la gestión de crisis. “Si uno está en una crisis, lo primero que trata de hacer es mantenerse en contacto con el humor de la opinión pública. Es evidente que los bancos no están en contacto con el humor público”.
La acción cayó 31 por ciento, eliminando 3.800 millones de libras de valor de mercado, desde que los reguladores anunciaron la multa el 27 de junio. Las acciones bajaron 2 por ciento a 164,75 peniques en Londres el 6 de julio cuando la Oficina de Defraudaciones Graves de Gran Bretaña informó que iniciaría una investigación penal por intento de manipulación de tasas.
Controles internos
El banco también tendrá que reforzar sus controles internos. Barclays anunció el 2 de julio una revisión “integral” de sus prácticas comerciales y dijo que elaboraría un código de conducta.
El prestamista tendrá que convencer a los políticos de que hará cumplir el código de conducta planeado, señaló Alan Stevens, director gerente de Vector Consultants, que asesora a empresas de industrias reguladas como las farmacéuticas y las aeronáuticas.
“No han instruido a todos los niveles, desde el directorio al recinto de operaciones, sobre qué es lo que importa en materia de acciones”, dijo Stevens, entre cuyos clientes se cuentan Vodafone Group Plc, Prudential Plc y British Airways. El banco tendrá que pensar cómo recompensar tanto los buenos valores como las utilidades, agregó. “Tiene que preguntarse: ¿cuándo fue la última vez que se ascendió a un gerente porque impidió que alguien hiciera algo?”.
