Para el gobierno del presidente de Francia, François Hollande, la decisión de PSA Peugeot Citroen de cerrar una fábrica y eliminar puestos de trabajo ha pasado de “inaceptable” hace dos meses a “inevitable”.
El plan de Peugeot de recortar 8.000 puestos de trabajo y cerrar su planta de Aulnay, cerca de París, “no es aceptable en su forma actual”, dijo Hollande en una entrevista en televisión el 14 de julio. Hoy, un informe encargado por su Ministerio de Industria sostiene que, dada la pésima situación del mercado automotor europeo y el exceso de capacidad de Peugeot, “el grupo indefectiblemente debe reducir costos” y “el cierre de una línea de montaje es inevitable”.
El giro constituye un cambio de opinión para Hollande, que fue elegido en mayo luego de haber prometido en la campaña evitar un “desfile de despidos”. Desde entonces, el número de desempleados en Francia superó los 3 millones hasta alcanzar el nivel más alto en trece años en tanto compañías como Air France-KLM Group y el minorista Carrefour SA anunciaron despidos.
“Desde el punto de vista de los accionistas, es bueno que el gobierno reconozca que Peugeot tiene un problema de costos fijos”, opinó Sascha Gommel, analista de Commerzbank AG que recomienda mantener las acciones. “Su reacción inicial fue típica. Eso se puede ver en cualquier país. Cuando uno cierra una planta, inmediatamente tiene repercusiones políticas”.
El ministro de Industria, Arnaud Montebourg, dijo en una reunión con autoridades sindicales de Peugeot hoy que la empresa “tenía graves dificultades y necesitaba reestructurarse”, según Franck Don, jefe sindical de la CFTC (Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos) en Peugeot.
Alianzas internacionales
Peugeot bajó 3,1 por ciento en París y había descendido 0,05 por ciento a 6,46 euros a las 15:14.
La división automotriz de la compañía de París gasta 200 millones de euros mensuales desde hace un año, dijo Philippe Varin, presidente del directorio de Peugeot, en julio, cuando la compañía informó pérdidas netas de 819 millones de euros (US$1.050 millones) en el primer semestre.
El informe encargado por el gobierno y redactado por el ingeniero Emmanuel Sartorius, critica a Peugeot en muchos puntos. Dice que el grupo tardó en lograr ahorros entre sus marcas Peugeot y Citroën, que demoró en establecer alianzas internacionales y que depende demasiado del mercado automotor europeo, que representa el 58 por ciento de sus ventas.
“La estrategia de internacionalización se inició demasiado tarde”, señaló telefónicamente Pierre-Olivier Salmon, portavoz de Peugeot. “Eso es lo que observó Philippe Varin en cuanto asumió como máximo responsable ejecutivo: dijo que el grupo era demasiado europeo y estaba demasiado centrado en la gama media. Es por eso que nos estamos actualizando y volviendo más globales”.
“Retrospectivamente, a la dirección de PSA le faltó realismo para fijar sus metas”, afirma el informe. “Hasta mediados de la década pasada, apuntaba a una producción anual de 4 millones de autos, cuando nunca logró producir más de 3,6 millones”.
La compañía la semana pasada debió abandonar el índice francés de referencia CAC de 40 acciones, luego de que sus títulos cayeron más de 60 por ciento en doce meses, lo que le da un valor de mercado de 2.300 millones de euros.