El esfuerzo global por limitar las emisiones de combustibles fósiles y reducir la contaminación actualmente en niveles sin precedente es la próxima víctima de la crisis económica en Europa.
La Unión Europea, que encabezó la lucha estableciendo el mayor mercado para las emisiones de carbono, está dejando que el tema pierda su carácter de prioridad. Los líderes de la UE no debatieron ninguna estrategia para el clima en sus cuatro cumbres de este año, en tanto Francia, Alemania, España y Gran Bretaña se han concentrado en reducir una tasa de desempleo que alcanza un 10,5 por ciento en la región y deuda por 10,8 billones de euros (US$13,9 billones). El tema no surgió durante los debates presidenciales estadounidenses.
“Lo que me asusta es que la política climática está desapareciendo de los objetivos políticos internacionales”, dijo el economista principal de la Agencia Internacional de Energía Fatih Birol en una entrevista previa a la ronda anual de negociaciones de Naciones Unidas sobre esta cuestión que se inicia dentro de tres días en Doha, la capital de Qatar.
Esta falta de acción contrasta con la creciente preocupación de los científicos, para los cuales el tiempo de reaccionar está pasando. El hielo marítimo en el Ártico se redujo este verano hasta su nivel más bajo registrado en tanto la sequía devastó los cultivos de maíz en el Midwest estadounidense y la súper-tormenta Sandy castigó la costa Este después de convertirse en el sistema tropical más grande de la historia en el Atlántico. La Organización Meteorológica Mundial dice que las concentraciones de gases con efecto invernadero en la atmósfera tocaron un máximo en 2011, y la ONU dice que esto hará que el clima esté más volátil.
Punto muerto
Por ahora, la economía sigue siendo el foco de los diseñadores de las políticas en toda Europa, lo cual deja a los mayores contaminadores en Estados Unidos y China con escaso entusiasmo por salir del punto muerto en que se encuentran y actuar. La Unión Europea, integrada por 27 miembros, prevé que la economía se contraerá 0,3 por ciento este año, la segunda recesión en cuatro años.
Si bien la unión está trabajando en medidas que tienen que ver con la eficiencia económica y las reducciones correspondientes a las emisiones de los autos y la industria, sus líderes expresan frustración ante el hecho de que otros países no estén siguiendo su ejemplo con una acción más agresiva.
“Nada es fácil con la crisis”, dijo en una entrevista la comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard. “Lo importante que debe entenderse a nivel global es que no sólo tenemos una crisis económica. También tenemos una crisis social y del empleo y seguimos teniendo una crisis climática y ambiental. A través de las políticas climáticas, también podemos ayudar a crear algunos empleos que tanta falta nos hacen”.
La UE excederá su meta de reducir las emisiones un 20 por ciento con respecto a los niveles de 1990 para 2020, dijo. Aun así, en los países miembros de la EU hay menos esmero por avanzar más con respecto a los objetivos ambientales.
El año pasado, año más reciente con datos totales disponibles, fue el noveno más caluroso que se ha registrado con alrededor de 0.51 grado Celsius por sobre la referencia inicial correspondiente a mediados del siglo XX, que es de aproximadamente 14 grados, según la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio estadounidense, o NASA. Nueve de los 10 años más calurosos desde 1880 se han producido desde el año 2000.
