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Bank of America desestima apuestas a devaluación de peso argentino similar a la de Chávez


Los especuladores que impulsan las tasas de interés al apostar a la caída del peso argentino exageran las posibilidades de que el país siga los pasos de Venezuela y devalúe su moneda, según Bank of America Corp.

Los rendimientos implícitos en los futuros sin entrega a un mes, o el interés que los inversores pagan para fijar una paridad cambiaria para la venta de pesos en el futuro, subieron el 7 de febrero al nivel más alto en 10 semanas, 28,9%. Eso implica una depreciación del peso de 2 por ciento el mes siguiente. Ezequiel Aguirre, de Bank of America, pronostica que Argentina limitará la declinación de la moneda a 1,1% y recomienda comprar futuros de pesos para ganar con la diferencia.

Mientras que el presidente venezolano Hugo Chávez devaluó el bolívar un 32% la semana pasada para contener el mayor déficit presupuestario en por lo menos una década, la argentina Cristina Fernández de Kirchner evitará una declinación más rápida del peso mediante el recurso de mantener los límites a las importaciones y la compra de dólares, dijo Aguirre. Los inversores exigen rendimientos promedio de 19,7% en los bonos con denominación en pesos vinculados a la inflación, cinco veces el promedio de América Latina, conforme el debilitamiento de la moneda afecta sus retornos en dólares.

“La situación no es tan grave como en Venezuela”, dijo Aguirre, un estratega de Bank of America, por teléfono desde Nueva York. Las tasas implícitas en los futuros de pesos son “muy altas debido a la actual declinación en el nivel spot oficial. Es una compensación elevada por el riesgo que se corre, ya que en Argentina no habrá una devaluación en el transcurso del próximo mes”.

Mayores retornos

La compra de futuros de pesos con préstamos en dólares generó un retorno total de 16% en los últimos 12 meses, el más alto entre 45 monedas que analizó Bloomberg. El banco central argentino administra la paridad oficial del peso por medio de compras o ventas diarias de dólares, mientras que Venezuela tiene una paridad oficial fija.

Las transacciones en futuros sin entrega, o contratos NDF según la sigla en inglés, comenzaron a principios de la década de 1990, lo que permitió a compañías e inversores reducir su riesgo cambiario en países en vías de desarrollo donde los controles de capital limitaban las transacciones cambiarias, según un informe de 2005 del Banco de la Reserva Federal de Nueva York.

Los contratos permiten a los inversores vender dólares por monedas como el peso argentino a una paridad cambiaria acordada. Ganan si el peso en el mercado spot es más fuerte que el nivel predeterminado al expirar el contrato. Los contratos se hacen en dólares.

Los economistas estiman que la moneda declinará entre 2,3% y 5,12% para fin del primer trimestre, según la mediana de los pronósticos de 16 analistas que consultó Bloomberg.

Fernández, que prohibió la compra de dólares como ahorro y asignó al organismo impositivo federal la tarea de autorizar todas las transacciones cambiarias, logrará contener una repentina caída del peso por lo menos hasta que se realicen las elecciones de mitad de período en octubre, dijo Aguirre.

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