Didier Ridoret tiene una solución para la caída de la construcción en Francia: presionar a Axa SA y otras compañías de seguros para que inviertan una mayor parte de su 1,38 billón de euros (US$1,86 billón) de pólizas de seguro de vida nacionales en nuevas viviendas.
El presidente de la Federación Francesa de la Construcción dice que el presidente François Hollande “debería torcerles el brazo a las aseguradoras para que dediquen una parte de sus recursos a las viviendas de nivel medio”. Ridoret, que participa en las conversaciones que se desarrollan entre el gobierno, las constructoras y las compañías de seguros para reactivar la construcción de viviendas, dijo en una entrevista que “todos los indicadores están en alerta roja, desde las obras nuevas a las remodelaciones y la construcción no residencial”.
Hollande, que debe vérselas con una economía en desaceleración y una tasa de desempleo que es la más alta de los últimos quince años, se ve obligado a apoyar la construcción en momentos en que los hogares son reacios a comprar viviendas con precios que están cerca de un récord. El 1º de febrero dijo que su promesa de construir 500.000 viviendas anuales no se cumplirá en 2013 y se comprometió a aumentar este año el alojamiento asequible con una nueva ley destinada a atraer más inversiones de las compañías de seguros al sector inmobiliario.
Las construcciones iniciadas y las ampliaciones se redujeron 18 por ciento a unas 346.000 en 2012, lo que atenta contra las perspectivas de diversas compañías desde los fabricantes de materiales de construcción como Cie. de Saint-Gobain, Imerys SA y Vicat SA a las constructoras Bouygues SA, Eiffage SA y Maisons France Confort.
“Las estadísticas de construcciones iniciadas no son buenas y tendrán un impacto en 2013”, señaló ayer en una llamada en conferencia el máximo responsable ejecutivo de Saint-Gobain Pierre-André de Chalendar, luego de que el mayor proveedor de materiales de construcción de Europa no lograra obtener las utilidades calculadas por los analistas para 2012.
Las acciones de Saint-Gobain, Eiffage y Vicat cayeron 2,5 por ciento, 3,8 por ciento y 2,6 por ciento respectivamente este año, frente a un aumento del 1,9 por ciento para el índice accionario CAC40 de Francia.
‘Cuestión espinosa’
La situación probablemente se agrave en tanto los permisos de obra, indicador de las construcciones futuras, cayeron 7,3 por ciento el año pasado luego de que Hollande elevara los impuestos a las ganancias y las propiedades para reducir el déficit de presupuesto del país.
“Francia construirá 300.000 viviendas en 2013 y menos en 2014, de modo que la cuestión se tornará sumamente espinosa porque llevará a la pérdida de empleos y a menores ingresos por el impuesto al valor agregado”, explicó en entrevista Alain Dinin, máximo responsable ejecutivo de la desarrolladora de propiedades de París Nexity SA. “Los precios no pueden bajar, así que la clase media baja con bajos ingresos tendrá más y más dificultades habitacionales y la presión política será enorme”.
Los costos de la construcción treparon 55 por ciento en los últimos doce años debido a normas ambientales y de seguridad cada vez más exigentes. Eso y la falta de tierra disponible en las zonas más codiciadas de los alrededores de París y otras grandes ciudades harán que a los desarrolladores les resulte difícil ofrecer viviendas más baratas.
