Perú entregará a los inversores en bonos los peores retornos de América Latina en tanto el presidente Ollanta Humala tiene dificultades para disipar los temores de que aumentará el control del Estado sobre la gran economía de más rápido crecimiento de la región.
Los pagarés del gobierno peruano denominados en soles cayeron 6,4 por ciento en los últimos tres meses en términos de moneda local, según Bank of America Corp. Los bonos de Perú en dólares bajaron 13 por ciento en el mismo lapso, más que la baja promedio de 8 por ciento de la región, muestran los datos de JPMorgan Chase Co.
Los bonos en soles bajan desde el 28 de abril, cuando Humala, en otro tiempo aliado del difunto presidente venezolano Hugo Chávez, expresó interés en comprar la refinería local y las estaciones de servicio de Repsol SA de Madrid. Aunque el gobierno descartó la adquisición cuatro días después y prometió apuntalar la debilitada inversión privada, el episodio afectó la confianza de los inversores en medio de la peor liquidación de deuda local de mercados emergentes en cuatro años, dijo Enrique Álvarez, responsable de investigación de renta fija latinoamericana de IdeaGlobal.
“Humala nos dejó entrever su verdadero pensamiento”, señaló Álvarez en una entrevista telefónica desde Nueva York. “Su faz nacionalista se traslució en este caso. Nos advierte que el ejecutivo peruano aún piensa en algún tipo de papel para el Estado en la economía y eso no es algo que el mercado tome a la ligera”.
Seguro de deuda
El costo de proteger la deuda peruana contra impago por cinco años subió 55 puntos básicos, o 0,55 puntos porcentuales, a 145 puntos básicos en los últimos tres meses, según los datos que reunió Bloomberg. Las permutas de riesgo crediticio de Chile subieron 40 puntos básicos, a 102, en el mismo período, mientras que las de Colombia treparon 51 puntos básicos, a 141, y las de Brasil 56 puntos básicos, a 177.
Las permutas de riesgo crediticio pagan al comprador el valor nominal a cambio de los títulos valores subyacentes o el equivalente en efectivo si el prestatario no cumple con sus acuerdos de deuda.
Cuando era candidato a la presidencia en 2006, Humala, ex teniente coronel del ejército, acusó a las compañías extranjeras de saquear el país y dijo que renegociaría los contratos. Propuso seguir el ejemplo de Venezuela y aumentar las regalías y los impuestos a la producción de petróleo.
Para las elecciones de 2011, había moderado su discurso, prometiendo respetar los contratos y mantener la economía peruana abierta al comercio exterior y las inversiones.
El deterioro de la confianza de las empresas podría haber contribuido a la desaceleración de la economía, escribieron los economistas de Bank of America Francisco Rodríguez y Marcos Buscaglia en un informe del 7 de junio.
El producto interno bruto creció 4,8 por ciento en el primer trimestre, el ritmo más lento en más de tres años, en medio de una menor demanda china de cobre y oro, que representan la mitad de las exportaciones de Perú.
“La señal que envió el gobierno en la cuestión de Repsol no fue bien recibida por el sector privado”, dijo Roberto Melzi, que colabora en la gestión de US$11.000 millones como responsable de renta fija de AFP Integra de Lima. “Probablemente aumente el escepticismo del sector privado teniendo en cuenta el ruido durante las últimas elecciones presidenciales”.