“Bienvenidos cien mil veces”, dijo en gaélico Lochlann Quinn mientras varios centenares de VIPs del vino ingresaban a tiendas iluminadas con velas en su Chateau de Fieuzal en la región bordelesa de Graves.
La feria Vinexpo de vinos y licores de Burdeos, donde hay vinos de cosechas antiguas que se sirven en copas de reluciente cristal, montañas de foie gras y cuartetos de cuerdas que deleitan a los invitados en generosos banquetes, se caracteriza tanto por los cotilleos nocturnos como por las ventas mañaneras.
La cena Crus Classes de Graves que ofreció Quinn, presidente de la Junta de Suministro de Electricidad de Irlanda que compró el chateau en 2001, fue sólo el pistoletazo de largada.
Casi 50.000 compradores de 148 países y 2.400 expositores participaron en el evento bienal de cinco días que tuvo lugar hace dos semanas.
Entre estos estaban los 16 mejores chateaux de Graves, que creó su propio sistema de clasificación hace sesenta años. (Sólo Chateau Haut-Brion aparece mencionado en la famosa clasificación de Medoc de 1855). La mayoría de los chateaux de Graves, como Fieuzal, elaboran vinos tintos y blancos y muchos están subvaluados respecto de su calidad.
“No mucha gente conoce la apelación Graves”, dijo Eric Perrin, presidente de la agrupación, que organizó una degustación de los vinos estelares de 2010 antes de la cena.
En las tres enormes salas de exposición del Parc des Expositions de Bordeaux Lac, ubicado al norte de la ciudad, se pueden encontrar las últimas tendencias en vinos y licores.
Sed uruguaya
Las botellas de vino rosado parecen estar por todas partes, en tanto el renacimiento de esta variedad sigue extendiéndose por todo el mundo. ¿Quién sabía que Uruguay se vuelve loco por él? El vino rosado ahora posee una cuota de 9,2 por ciento del mercado mundial, según el último estudio de Vinexpo/IWSR.
En una degustación de rosados orgánicos y biodinámicos, se destacan un pálido y elegante Domaine Vacheron Sancerre 2012 (US$28) del Valle del Loira, el rosado fresco Les Chemins de Bassac Isa 2012 (US$16) de Pays d’Oc y el nuevo merlot especiado y de color cereza Rubis de Meyre Clairet de Burdeos.
Docenas de puestos exhiben rosados en botellas de formato grande. El sabroso Maison Mont d’Azur Cloud Chaser Cotes de Provence 2012 (US$25, 750ml) presentará por primera vez una botella de quince litros, conocida como nebuchadnezzar en julio. “Hay una enorme demanda de botellas muy grandes de rosado en los beach clubs de St. Tropez”, dice el embajador de la marca Richard Prodos.
El vino que es la máxima estrella de la feria es un “Bollinger Experience” de US$13.000, una caja de laca negra que guarda un jeroboam (botella de tres litros) de Bollinger R.D. Champagne, el favorito de James Bond. Al presionar un botón, se abre la tapa y aparece el vino cosecha 2000 dentro de un balde de hielo de plata brillante.
Hay sólo cincuenta de estas “experiencias” de lujo en todo el mundo, pero seguramente estarán disponibles en Londres, Nueva York y Hong Kong.
La presencia de los chinos es fuerte en la feria, como vendedores y como compradores. Según los datos de Vinexpo, China es ahora el sexto mayor productor de vinos del mundo y se pronostica que su producción crecerá 40 por ciento entre 2012 y 2016.
