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Juez de Canadá renuncia tras denigrar a víctima de agresión sexual Destacado

Juez de Canadá renuncia tras denigrar a víctima de agresión sexual

“¿Por qué simplemente no mantuvo las rodillas juntas?», preguntó el juez a la victima.


Un juez federal de Canadá renunció este jueves tras preguntar a la víctima de una agresión sexual por qué no pudo mantener las «rodillas juntas». Fue el Consejo Judicial Canadiense el que solicitó al ministro de Justicia despedir al magistrado Robin Camp por sus comentarios, quien después emitió una declaración en la que anunciaba su dimisión.

Camp presidió en 2014 un juicio por violación en el que le preguntó a a la víctima, que entonces tenía 19 años, “¿y por qué simplemente no mantuvo las rodillas juntas?” para defenderse del ataque. No conforme con eso insistió asegurando que “a las chicas jóvenes les gusta tener sexo, sobre todo si están bebidas. Pero el sexo y el dolor a veces van de la mano, y no es necesariamente algo malo”.

El juez Camp, de 64 años, presentó su renuncia después de que un comité recomendará su destitución inmediata por considerar su conducta “profunda y manifiestamente destructiva con el concepto de imparcialidad, integridad e independencia”. “Estamos con las víctimas y no estamos dispuestos a aceptar de ningún modo la violencia de género”, destacó la ministra de Justicia, Jody Wilson-Raybould.

En sus recomendaciones, el consejo dijo que la conducta de Camp «socava gravemente la confianza del público en el poder judicial». «Con sus declaraciones, claramente el juez no cumplió con los altos estándares que los canadienses esperan de sus jueces», señaló el organismo.

«Me gustaría expresar mi sincera disculpa a todos los que resultaron heridos por mis comentarios», dijo Camp en su renuncia.

Desde la creación del Consejo Judicial Canadiense, en 1971, sólo tres jueces han sido forzados a renunciar siguiendo las recomendaciones del comité.

El polémico juicio

El juicio que ha puesto fin a la carrera de Camp, recientemente ascendido a la Corte Federal de Alberta, se celebró en junio de 2014, indicó El País. La joven había denunciado su violación por un hombre de 29 años durante una fiesta en casa de unos amigos. El supuesto agresor la acorraló en el baño y la forzó a tener sexo. En la vista, el juez se mostró ostensiblemente desconfiado hacia la mujer y la humilló verbalmente. No sólo le recriminó en público, sino que insistió en que podría haber evitado el ataque “simplemente moviendo la pelvis o metiendo sus nalgas en el lavamanos”.

La víctima quedó en shock. “Me hizo odiarme a mí misma y sentirme como si fuera una puta”, dijo. Tras la vista, el acusado fue absuelto y, aunque se presentó una apelación, en enero pasado una corte confirmó la primera sentencia.

La víctima intentó suicidarse y los comentarios de Camp habían desatado tantas quejas que el Consejo Judicial Canadiense se vio forzado a abrir una investigación. En sus declaraciones ante el comité, Camp reconoció que era un hombre prejuiciado y que pensaba que “todas las mujeres se comportaban del mismo modo y debían resistirse”. Para demostrar su arrepentimiento y buena voluntad, asistió a cursos de reeducación e incluso llevó a declarar a su favor a su hija, víctima de una violación.

Tras 15 meses de trabajo, el comité concluyó que el juez era incapaz para el puesto y que debía ser destituido. Sus disculpas no bastaron.

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