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Día Internacional de la Felicidad: ¿es Chile un país feliz? Destacado

Día Internacional de la Felicidad: ¿es Chile un país feliz?

Los índices ubican a Chile entre los países más felices de la región.


Este lunes, 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad, fecha instaurada por la ONU el 2013 para reconocer la importancia de este sentimiento en la vida de las personas.

Si bien los seres humanos estamos diseñados para buscar la felicidad, cometemos distintos errores a la hora de intentar ser felices. El principal es creer que podemos ser felices permanente y, al no lograrlo, nos crea ansiedad y frustración. Por el contario, permitirnos ser infelices de vez en cuando nos hace más felices.

Según un estudio de la revista ‘Nature’, hay un aspecto puramente genético en la felicidad, pero hay muchos factores que influyen en este estado: algunos no los podemos controlar, pero sí podemos modificar los hábitos para llevar una vida más positiva y más saludable para nuestra mente. Por ejemplo, sonreír es un hábito que aporta muchos beneficios.

Noruega el país más feliz

Un nuevo informe World Happiness Report 2017 señala a Noruega como el país más feliz del mundo. El país nórdico pasó del cuarto al primer puesto de la lista que combina datos económicos, de salud y encuestas, recopilados por economistas y de los que se elabora el promedio de los tres últimos años, en este caso entre 2014 y 2016. Noruega superó a su vecino Dinamarca, que bajó una posición hasta la segunda plaza. Islandia, Suiza y Finlandia completan el quinteto de cabeza.

«Lo que funciona en los países nórdicos es una sensación de comunidad y entendimiento en el bien común», señaló Meik Wiking, director ejecutivo del Happiness Research Institute en Copenhague.

Sin embargo, hay que tener algo dinero para ser feliz, pues la mayoría de los países en las últimas posiciones viven una situación de pobreza extrema y conflictos.  República Centroafricana cayó al último puesto en la lista, y le siguen Burundi, Tanzania, Siria y Ruanda.

La lista se basa en el PBI, la esperanza de vida y cuatro factores de encuestas globales. En estas, los participantes responden calificando del 1 al 10 el apoyo social que reciben si algo va mal, su libertad para poder elegir sobre su vida, su sensación de corrupción en la sociedad y cómo de generosos se consideran.

«Los aspectos humanos son los que importan. Si la riqueza hace más difícil tener relaciones frecuentes y de confianza con otras personas, ¿merece la pena?», preguntó John Helliwell, el principal autor del reporte y economista en la University of British Columbia de Canadá. «Lo material puede interponerse en el camino de lo humano».

De los 50 países más felices del mundo, 13 están en América Central y Sudamérica y Chile es el segundo de la región: Costa Rica (12), Chile (20), Brasil (22), Argentina (24), México (25), Uruguay (28), Guatemala (29), Panamá (30), Colombia (36), Nicaragua (43), Ecuador (44), El Salvador (45) y Belice (50). Haití es el peor clasificado de la región, en el puesto 145.

Cómo ser más feliz

Existen algunas claves para ser más feliz según el psicólogo de Harvard Tal-Ben Sahar:

Ser tolerante con uno mismo: Es necesario aprender a perdonar los propios fracasos. Si nos obsesionamos con las emociones positivas, negándonos a las contrarias, no seremos capaces de disfrutar de la vida y nos adentraremos en un mar de baja autoestima y depresión. Una vez que aceptamos que hay momentos mejores y peores, disfrutaremos más de los mejores y nos frustraremos menos en los peores.

Una cosa a la vez: Es positivo saber concentrarse en una cosa concreta y poner nuestra energía en ella para después pasar a la siguiente. No es recomendable tratar de ocuparse de todo a la vez o pretender hacerlo, porque resulta agobiante y nos somete a mucho estrés.

Hacer deporte y meditar: Trae beneficios para la salud mental y para ser más feliz. No hace falta exagerar con el gimnasio, sino practicar suficiente ejercicio como para secretar endorfinas. Además, hacer deporte ayuda a sentirse autorrealizado, descarga estrés y hace que no se piense en los problemas. Meditar, por su parte, contribuye a ver con perspectiva los retos de la vida, a superar las crisis y a tener más fortaleza interior.

Asertividad: Muchas veces no sabemos cómo comunicarnos con los demás, cómo decir que algo nos ha molestado o cómo pedir lo que necesitamos sin crear un conflicto. La cuestión es que es necesario comunicar nuestras necesidades y nuestros límites para sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás. Si no lo hacemos, nos estaremos reprimiendo y renunciando a nuestros derechos. Eso sí, hay que decir las cosas desde la calma y la tranquilidad, sin atacar a los demás y hablando siempre de nosotros mismos y de cómo nos sentimos, sin apuntar al otro con el dedo acusador.

Escuchar música: Nos produce mucha felicidad y activa nuestra energía. En casos de tristeza, también viene bien para desahogarse y aceptar nuestro dolor, para después superarlo con más fuerzas.

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