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Hija del segundo matrimonio de Donald Trump, la joven nunca ha tenido un vínculo emocional cercano con su padre.
Su medio hermana Ivanka Trump recuerda una escena en su primer libro «The Trump Card: Playing to win in work and life» (La carta Trump: jugar a ganar en el trabajo y en la vida). Tiffany, con 15 años, se le acercó con timidez para hablar sobre un asunto delicado: tenía algunas «necesidades de dinero» y le avergonzaba pedirle directamente a su padre.
Ella vivía al otro lado del país, en Los Ángeles, y pese a la fortuna familiar, no tenía un adicional de tarjeta de crédito, por lo que no podía encajar bien entre sus amigos millonarios. Ivanka hizo de intermediaria y el asunto se arregló.
No es la primera vez que Tiffany sufrió un desaire de su padre. La joven de 23 años es fruto de un escándalo amoroso de principio de los ’90s. Según Vanity Fair, en esos años el matrimonio de Trump e Ivana -su primera esposa- no iba bien y él ya tenía a tres amantes fijas viviendo en varios hoteles.
Pero cuando la esposa de Trump y la antigua Miss Georgia y actriz Marla Maples coincidieron en una pista de ski de Aspen se produjo el quiebre definitivo. Donald e Ivana se divorciaban tras 12 años y tres hijos, y al tiempo, en 1993, el millonario se casaba a regañadientes con Mapler tras el nacimiento de Tiffany. Sin embargo, el matrimonio duró solo cinco años, ante nuevos rumores de infidelidad y una crisis financiera de Trump.
Marla Maples, Tiffany y Donald Trump.
Si bien es cierto que el actual Presidente de EEUU se hizo cargo de la manutención de su hija, nunca se implicó a nivel emocional. Tras la separación de sus padres, Tiffany se mudó y se crió junto a su mamá en Los Ángeles, alejada de los lujos de Trump que dividía su tiempo entre Nueva York y Miami.
“No sé muy bien lo que es tener una figura paterna. Mi padre no me llevaba a la playa ni me venía a recoger al colegio”, dijo Tifanny al New York Post.
La heredera menos conocida
De los cinco hijos de Donald Trump, Tiffany es la otra hija mujer. Se graduó en la Universidad de Pensilvania en 2016, donde estudió sociología y ciencias urbanas.
Pero además de los estudios, le gusta compartir en redes sociales su vida como socialité. Asistir a importantes desfiles de moda y a los clubes nocturnos más renombrados, donde comparte con amigos como Kyra Kennedy, la hija de Robert F. Kennedy Junior, la princesa Olimpia de Grecia, Barron Hilton de la famosa familia propietaria del hotel, entre otros jóvenes de familias acaudaladas.
Y si bien es algo conocida por sus mensajes de Instagram y Sanpchat, Tiffany apareció en la vida pública en julio cuando dio un discurso en la Convención Nacional Republicana en la que alabó su padre. «Siempre he deseado presentarlo a mis amigos, especialmente a los que tienen ideas preconcebidas», dijo.
Hablando con CNN, Tiffany le dijo a Anderson Cooper que su padre la inspira en cuanto al trabajo. «Simplemente me hace querer seguir trabajando más duro y mejorar», dijo.
Tiffany ha optado por seguir a Ivanka en respaldar a su padre en su visión de las mujeres, diciendo que había mostrado «la fe máxima de que podremos cumplir lo que se nos ponga la cabeza, igual que los hombres, incluso mejor.»
Pese a estar alejada de la batalla política, Trump le dio un espaldarazo en Twitter después de las primarias de marzo.
«Sólo deseo que mi maravillosa hija Tiffany pudiera estar con nosotros para nuestra gran victoria electoral. ¡Ella es una ganadora!», escribió.
Por ahora Tiffany está preparando mudarse a Washington para estudiar leyes en la prestigiosa Universidad de Georgetown. Y ver si logra reconstruir algo de la relación con su padre.
