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Por un 8 de marzo feminista: a la calle contra la precarización de la vida Yo opino

Por un 8 de marzo feminista: a la calle contra la precarización de la vida

Emilia Schneider
Por : Emilia Schneider Diputada Convergencia Social
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En una nueva conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras vemos la necesidad de revivir el legado de tantas luchadoras sociales que nos antecedieron, poniendo nuestras fuerzas en las luchas que estamos dando hoy en el Chile neoliberal, y en la necesidad de una articulación efectiva del movimiento feminista que permita el avance de nuestras demandas históricas para la transformación de nuestras vidas.

Así, desde distintas experiencias de organización y lucha social, nace la Coordinadora que este año levantó la convocatoria para el 8 de marzo, articulando distintos sectores de trabajadoras, estudiantes, trabajadoras de casa particular, trabajadoras a honorarios, mujeres migrantes, trabajadoras sexuales, pobladoras, mapuches, disidentes, entre otras. La base es la necesidad política de articulación del movimiento feminista con autonomía e inserción en las luchas sociales, de forma de constituir una real oposición social al nuevo gobierno de derecha, cuyas  políticas neoconservadoras invisibilizan e impiden que cuestionemos la explotación y precariedad que vivimos muchas mujeres que además de los trabajos de cuidado en nuestras casas asumimos la entrada en el mundo laboral, llegando a tener dobles o triples jornadas laborales.

Ahora bien, esto no implica diluirse en la iniciativa de los mal llamados sectores progresistas de la Nueva Mayoría, que hoy nos llaman a defender el legado del gobierno saliente siendo que desde las calles hemos dicho claramente que las promesas siguen sin cumplirse y los derechos siguen sin conquistarse. Muestra de ello es la precaria cobertura que se le da al derecho al aborto en la ley de las tres causales, y la poca relevancia que se le dio durante el gobierno al proyecto de ley de identidad de género. Solo desde un movimiento con autonomía e insurgencia iremos construyendo un proyecto emancipatorio.

Buscamos construir un feminismo para las mayorías, un movimiento socialmente amplio que permita desde diversas trincheras hacer frente a la totalidad de las formas de opresión a las cuales hoy nos encontramos sometidas. Así, es clave nuestra inserción en movimientos sociales, sindicatos, secretarías de género, y en toda organización que se plantee desde esta vereda, e insistimos en la necesidad de entender el feminismo no como un estilo de vida individual, sino como una herramienta de lucha colectiva que permite el avance de la sociedad toda.

Este año queremos decir fuerte y claro que nos movilizamos contra la precarización de la vida que se da en un país carente de derechos sociales como educación, salud, vivienda y pensiones dignas, en la falta de derechos laborales y en la inestabilidad y precariedad que muchas y muchos se encuentran. También, en la falta de reconocimiento de las identidades que desafían al binarismo de género por parte del Estado, en la violencia, en el abuso y en las distintas formas en que vivimos la opresión y la desigualdad.

Este 8 de marzo llamamos a todas y todos a marchar con nosotras, a interrumpir la cotidianidad, que hace caer el peso su reproducción en buena medida sobre los hombros de las mujeres, de la forma que les sea posible en sus trabajos, casas, territorios o espacios educacionales. Esperamos que este sea el puntapié inicial de un proceso más largo de reflexión, articulación y lucha del movimiento feminista.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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