La mujer que sufrió un homicidio frustrado busca esclarecer las promesas que el Estado le hizo, como aquella casa apta para su condición o una persona que permanentemente le ayudaría.
La recuperación de Nábila Rifo sufrió una interrupción el pasado 16 de septiembre cuando cayó por las escaleras del hogar «adecuado» lo que le provocó múltiples fracturas. Hoy la mujer de 31 años quien perdió sus dos ojos tras un brutal ataque en Coyhaique en mayo de 2016 exige que la Ministra intervenga en la petición de su agresor quien exige ver a sus hijos.
La misiva que ha sido divulgada a través de las Redes Sociales dice textualmente:
Señora Ministra:
Me dirijo a usted cansada de todas las vulneraciones y faltas de respeto que se han cometido conmigo.
Tras haber haber vivido una de las peores violencias que una mujer puede experimentar recibí múltiples promesas por parte de la institucionalidad. La única que se cumplió tal como se prometió, fue la pensión de gracia entregada por la presidenta Michelle Bachelet, pero las promesas con respecto a mi vivienda nunca se cumplieron generando graves consecuencias.
Se me ofreció la posibilidad de cambiar mi casa por otra que contara con las condiciones para llevar a cabo mi proyecto de vida de la manera más autónoma posible, sobre eso, puedo decirle que efectivamente se realizó una ampliación, pero que no responde en nada a mis necesidades, la prueba de aquello es que hoy me encuentro hospitalizada con una grave fractura por haber caído por las escaleras de la casa «adecuada».
Cuando ocurrió mi femicidio frustrado, el Servicio Nacional de la Discapacidad dispuso de una persona que me apoyó algún tiempo, pero que fue retirada sin explicación alguna. Hoy día, en que además de perder mis ojos, estoy sin movilidad física, dicha ayuda resulta fundamental para seguir intentando vivir de manera digna.
Como es de conocimiento público, soy madre de 4 hijos, 2 de los cuales son hijos del femicida que me torturó quitándome mis ojos y que además hizo todo lo posible por terminar con mi vida. Desde aquel horrible día he hecho todo lo posible por salir adelante, he cuidado a mis hijos, intentando protegerlos del mayor daño posible. Sin embargo, todo lo que he logrado pierde sentido cuando el asesino tiene la osadía de pedir al tribunal visitas a mis hijos.
Señora Ministra ¿usted imagina el terror que significa para mi que los tribunales puedan acceder a su petición? o ¿el terror que yo siento al enfrentarme nuevamente en un tribunal, a quien intentó asesinarme? Al día de hoy, ningún abogado o abogada especialista en la materia se ha acercado a brindarme su apoyo para enfrentar esta nueva embestida.
Por todo lo anterior me dirijo a usted en su calidad de Ministra a cargo del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género para solicitarle de manera urgente su intervención en los siguientes temas:
– Que el Serviu, en el marco del convenio con Senadis, resuelva el problema de accesibilidad en mi vivienda, reconociendo mi derecho a vivir en un espacio seguro que permita mi desplazamiento sin temor.
– Que el Senadis reponga el apoyo de una persona que me pueda acompañar en las tareas cotidianas, las que me resultan tremendamente complejas de realizar en estas condiciones.
– Que la Corporación de Asistencia judicial me represente jurídicamente, no por un estudiante en práctica sino por un profesional del derecho en el juicio de familia, desligándome de la responsabilidad de asistir a las audiencias.
Le solicito tome este asunto en sus manos y le dé una solución rápida a mi situación, tomando las medidas pertinentes y asegurando por fin el respeto a mis derechos humanos los cuales han sido tan brutalmente violados por el Estado de Chile.
Esperando que nuestra carta sea debidamente considerada
Saluda atte a Ud
Nábila Rifo.
