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Carola Rackete, la capitana heroína que lleva 15 días a la deriva con migrantes a bordo BRAGA

Carola Rackete, la capitana heroína que lleva 15 días a la deriva con migrantes a bordo

“He podido frecuentar tres universidades, soy blanca, alemana, nacida en un país rico y con el pasaporte adecuado. Cuando me di cuenta, sentí una necesidad moral: ayudar a quien no tenía las mismas oportunidades”, expresó la capitana que antes de convertirse en la heroína del Sea-Watch, embarcó una nave rompehielos en el Polo Norte. También fue la segunda oficial a bordo del Arctic Sunrise de Greenpeace hasta el 2016, experiencia que impulsó su pasión por tripular embarcaciones humanitarias.


Desafiante, valiente y empoderada. Carola Rackete, de 31 años, es la capitana que actualmente tripula el barco de la ONG Sea Watch con 42 migrantes a bordo.

Con una extensa trayectoria en embarcaciones humanitarias, Rackete se ha convertido en uno de los rostros del fenómeno de la inmigración, luego de protagonizar el heroico acto de rescatar y salvar la vida de 42 migrantes en aguas libias. 

La joven licenciada en ciencias marinas ya lleva dos semanas navegando, y este miércoles se enfrentó a la deriva con la ofensiva marítima de Italia que niega el paso a su territorio.

La negativa se debería a la nueva ley aprobada por el Ejecutivo italiano, la cual determina que cualquier ONG que entre en territorio marítimo sin la autorización correspondiente, será multado con 50.000 euros y podría tener hasta 15 años de cárcel.

«Voy a entrar en aguas territoriales, ¿me recibes? «, fueron las palabras de Rackete, quien apeló a la única posibilidad para poder proteger la integridad física y psíquica de los pasajeros.

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Antes de ser la heroína del Sea-Watch, a Rockete la calificaban como «una niña de papá», debido a que fue criada en un contexto familiar rodeado de privilegios socioeconómicos.

Sin embargo, esta realidad fue el primer impulso que la llevó a querer ayudar a quienes no cuentan con estos privilegios en el mundo.

“He podido frecuentar tres universidades, soy blanca, alemana, nacida en un país rico y con el pasaporte adecuado. Cuando me di cuenta, sentí una necesidad moral: ayudar a quien no tenía las mismas oportunidades”, explicó en una entrevista con La Republica.

De esta manera, la capitana comenzó su carrera en el Ártico, donde se embarcó en una nave rompehielos en el Polo Norte trabajando para el Alfred Wegener, uno de los institutos oceanográficos alemanes más reconocidos.

También fue segunda oficial a bordo del Arctic Sunrise de Greenpeace hasta 2016, cuando estableció el vínculo con la ONG Sea-Watch, donde se convirtió en la coordinadora del equipo de avistamiento del Moonbird y el Colibri, los aviones de la organización que patrullan el Mediterráneo para controlar las barcas que quedan a la deriva.

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