BRAGA
Los nombramientos de la Unión Europea mandan un potente mensaje al mundo en términos de igualdad de género, a través de la economista y médica alemana, Ursula von der Leyen, quien preside actualmente la Comisión Europea, y la francesa Christine Lagarde, quien definirá el futuro de la política monetaria desde el Banco Central Europeo.
Por primera vez en la historia, la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) nominaron a dos mujeres para presidir dos de los cargos más altos y poderosos de la Unión Europea (UE).
Después de casi 30 horas de negociación en tres jornadas entre los líderes de los veintiocho Estados miembros de la UE, del Consejo emanó un nombre desconocido para la mayor parte de los 512 millones de ciudadanos europeos: Ursula von der Leyen, una alemana nacida en Bruselas hace 60 años, criada en la burbuja comunitaria y actual ministra de Defensa germana.
Economista y médica, trilingüe en alemán, francés e inglés y madre de siete hijos, Von der Leyen desbancó a última hora al holandés Frans Timmermans, candidato socialdemócrata que aparentemente llegaba mejor posicionado para hacerse con las riendas de la CE durante los próximos cinco años.
Por otra parte, la francesa Christine Lagarde, que a partir del 1 de noviembre tomará el relevo del italiano Mario Draghi al frente del BCE y colocará su firma en los billetes de euro, sigue rompiendo esquemas y se convierte en una de las mujeres europeas más poderosas de la historia.
Lagarde fue la primera mujer en dirigir el reputado despacho estadounidense de abogados Baker McKenzie, la primera en haber pilotado el Ministerio francés de Economía y Finanzas, la primera en ponerse a los mandos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y será, también, la primera en definir la política monetaria europea.
