BRAGA
Ley que entregará cobertura Fonasa a la Fertilización In Vitro (FIV) es analizada por expertos, quienes enfatizan que la ausencia de una mirada real de nuestra sociedad se posiciona como parte del problema.
Se estima que en Chile, el 14% de las parejas en edad reproductiva sufren algún tipo de trastorno de fertilidad, y el 8% de éstas necesitan tratamientos de alta complejidad para ser padres. Esta realidad incentivó al Gobierno a la incorporación de ocho nuevas prestaciones PAD (Programa de Atención por Diagnóstico) con miras a fortalecer las terapias de fertilidad asistida de alta complejidad.
Uno de los tratamientos a los que entregará cobertura Fonasa es la Fertilización In Vitro (FIV), un beneficio que sólo sería para parejas heterosexuales, según declaraciones del director de la entidad, Marcelo Mosso. Con esta decisión, la ley deja fuera de la subvención a mujeres solteras y parejas del mismo sexo, situación que ha causado revuelo en distintos sectores debido a que este grupo requiere obligadamente de este tipo de tratamientos si desean ser padres.
Para el ginecólogo y director médico del Centro de Estudios Reproductivos – CER, David Vantman, la medida deja fuera a un sector creciente en nuestra sociedad, como lo son las mujeres solteras y parejas lesbianas, a quienes la medida reduce su apoyo a la maternidad dentro del sistema público.
“Es evidente que estábamos en deuda con las parejas que necesitaban tratamientos de alta complejidad. Sin embargo, esta deuda aún no ha sido pagada en forma integral, dejando fuera de la medida a estos nuevos tipos de familias. En el fondo, no estamos reconociendo la diversidad de la familia chilena en los tiempos actuales”, enfatiza Vantman,
Respecto a los dichos de la máxima autoridad de Fonasa sobre la dificultad para acceder a la fertilización asistida a este grupo, el motivo principal es debido a la necesidad de contar con donación de espermas. El experto de CER, entidad que creó uno de los primeros bancos de semen del país hace unos 12 años, explica que no existe impedimento para realizar tratamientos de alta complejidad con espermatozoides donados. Inclusive, en la actualidad, éstos se han convertido en uno de los tratamientos más frecuentes dentro del centro clínico.
“Nos preocupamos rigurosamente de realizar un chequeo médico y psicológico a los donantes. Las muestras utilizadas en los tratamientos son anónimas, por parte de quien dona y de quien recibe. En cuanto a quien las recibe, sólo puede conocer características fenotípicas del donante”, aclara el Dr. David Vantman.
Por otra parte, desde CER comentan que dada la falta de reconocimiento en dichas medidas a la actual diversidad de familias existentes, han querido participar activamente en este ámbito otorgando un cupo gratuito en su Programa de Inseminación Intrauterina con Donante de Espermatozoide a una familia Lesboparental. «Con esta acción queremos comunicar que todas las actuales modalidades de familias en nuestra sociedad son bienvenidas en nuestro centro, es por ello que después de este cupo queremos regalar otro a Mujeres solteras y luego, uno a parejas heterosexuales», declara la gerenta de Marketing de CER, Carolina Facusse.
