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¿Cómo llevar la intimidad en tiempos de coronavirus? BRAGA Crédito: Agencia Uno

¿Cómo llevar la intimidad en tiempos de coronavirus?

Frente a la llegada del Covid-19, los expertos señalan que, si dentro de la pareja hay un individuo contagiado, no es recomendable tener contacto íntimo para así evitar posibles contagios. A modo de ejemplo, el besar, es una fuente directa de contaminación, sobre todo si consideramos que sólo a través de las partículas de saliva que se expelen al hablar, podemos adquirir el coronavirus.


Mantener el contacto y la intimidad en tiempos de coronavirus es una tarea difícil de llevar para las parejas, ya que la recomendación entregada es mantener una cuarentena voluntaria y aislamiento en caso de presentar síntomas o estar en contacto con personas que han marcado como positivos en sus exámenes.

Ante este escenario Paula González, fundadora y directora de Enea Coach -organización dedicada al acompañamiento y renovación de las personas desde el punto de vista del coaching, la ontología, el eneagrama y la inteligencia emocional-, señala que “de todas formas, la intimidad puede continuar si nos enfocamos en desarrollar una de las prácticas esenciales de Sexualidad Consciente y que se conoce bajo el concepto de tacto sensual”, explica González; además es experta en sexualidad y este año lanzará el curso online llamado Despertar Sexual para Mujeres.

“La sexualidad consciente, tiene que ver con disminuir la velocidad. Erróneamente tanto hombres como mujeres nos hemos encasillado en una sexualidad apurada, basada en la fricción que lleva a un pick rápido que dura sólo unos segundos, para después quedar cansados. La sexualidad consciente, también tiene que ver con regresar al poder de los sentidos, a concentrar tu atención en la sensación corporal del momento, salir de la mente, de la anticipación o de la proyección. Es estar aquí y ahora, presentes en el cuerpo y en la sensación”, explica González.

Bajo este escenario surge lo que se denomina tacto sensual, cuyo fin clave es poder transmitir amor profundo a través del tacto. No tiene una finalidad sexual per sé, aunque muchas veces este tipo de práctica puede llevar a un encuentro sexual poderoso.

“Durante el Tacto Sensual, la persona que recibe puede entregarse completamente sin aprehensiones, juicios o sin miedos. La única finalidad para el receptor es sentir, su mente debe estar completamente puesta en sus sentidos, en las sensaciones corporales que emergen de este tacto desinteresado y amoroso. Si encuentras que tu mente ha decidido perderse en el pensamiento, solo hay que volver y conectarse con la sensación, y quedarse justo ahí en ese lugar donde estás siendo tocada o tocado. Es importante respirar, ya que muchas veces debido a pequeños traumas, la sensación de placer genera una contracción en el cuerpo que nos lleva a contener la respiración. Hay que respirar, recordando siempre que la finalidad es sólo sentir”, añade la profesional.

En el caso de aquel que ejecuta la acción, su mente debe estar completamente inmersa en la intención de entregar profundo amor y devoción a este otro ser humano, a través del tacto. Es un hacerle el amor a la piel del otro, con el roce suave y tibio de los dedos, ya que estás entregando amor a través de tus manos. Por lo mismo este tacto deja fuera los genitales, y las zonas erógenas; no es un tacto sexual, es un tacto amoroso.

Preparación para el tacto tensual

Paula González, nos entrega algunos consejos claves para iniciar la práctica del tacto sensual, con el objetivo de hacer de este momento una instancia de entrega de amor profunda e inolvidable:

  • Les aconsejo que preparen el encuentro, se aseguren de tener una superficie suave donde sentarse o recostarse.
  • También es importante contar con la temperatura adecuada, luz tenue, velas si es que les agrada y algún aroma que les guste.
  • Sugiero poner música para que el sonido les ayude a entregarse a este nuevo placer, el cual no tiene ninguna finalidad más que el placer mismo.

Finalmente, González señala que “una vez que hayan determinado quien entrega y quien recibe, inicien el encuentro sentados frente a frente, y descansando las manos sobre o bajo las manos del otro. Mírense a los ojos, con una mirada suave, inocente y juguetona; mírense desde el corazón, con devoción hacia el otro ser humano que está sentado enfrente y empiecen a disfrutar esta experiencia de manera lenta y sin apuros”.

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