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Tan solo un 0,3% de las organizaciones deportivas del país han implementado el protocolo obligatorio para prevenir acoso y abuso sexual BRAGA Créditos: Foto de Snapwire en Pexels

Tan solo un 0,3% de las organizaciones deportivas del país han implementado el protocolo obligatorio para prevenir acoso y abuso sexual

El 21 de marzo comienza a regir la ley que exige contar con un protocolo contra el acoso y abuso sexual en instituciones deportivas. Pese a que quedan pocos días, solo 92 organizaciones han cumplido. La experta en prevención de estos delitos, Ximena Schencke, alerta sobre la falta de interés y conocimiento ante este tema.


El 3 febrero del 2020, se publicó la Ley 21.197, la cual establece el deber de contar con un protocolo contra el acoso y abuso sexual, discriminación y maltrato en la actividad deportiva nacional. La ley comienza a regir el domingo 21 de marzo. Según el Instituto Nacional de Deportes, de 25.118 organizaciones deportivas que existen en el país, tan solo 92 han cumplido con la implementación de un protocolo para prevenir abusos sexuales. En cifras, esto representa apenas el 0,36% del total nacional. A parte de la falta de resguardo a posibles víctimas ante la inexistencia de protocolo, el incumplimiento de la norma implica para las instituciones no poder optar a beneficios contemplados en la Ley del Deporte.

Para la experta en prevención de abusos sexuales y directora ejecutiva de Praesidium Chile, Ximena Schencke, señala el incumplimiento es reflejo de la falta de conciencia y conocimiento sobre el tema. “Lamentablemente, este desconocimiento influye en que en las instituciones no se considere como un tema importante, y, por lo tanto, no está dentro de sus prioridades, incluso con los castigos que puedan tener. Algunas ni siquiera saben cuándo empieza a regir la ley. Como país, nos falta entender lo que significa el abuso, crear una cultura de seguridad en torno a este tema”.

La especialista agrega que al protocolo elaborado por el Ministerio del Deporte le falta determinar aspectos importantes, tales como “el abuso entre pares, porque hasta ahora solo se plantea con adultos”. Además, la experta señala que “el texto tampoco tiene límites claros respecto a conductas físicas y verbales que están o no permitidas, y eso complica el análisis del tipo de relación. También llama la atención que los casos se mantengan confidenciales, porque si hay algo que es fundamental para romper con el abuso, es ser transparente con la información”.

Además, Schencke explica que “los deportistas están enfocados en alcanzar metas desafiantes, por lo que sus vidas giran en torno a esta actividad y están dispuestos a grandes sacrificios para lograr sus metas. Por lo general, su mentor ejerce una gran influencia sobre ellos o ellas, del cual llegan a depender emocionalmente. Tienden a normalizar conductas que tal vez en otros contextos podrían no ser calificadas como normales. Su círculo de amigos se limita a aquellos relacionados con el deporte y socializan poco con otros grupos”.

Finalmente, la especialista sostiene que los directores de estas organizaciones en muchos casos no dimensionan lo que puede significar un abuso sexual, llegando en ocasiones a cuestionar la gravedad de sus consecuencias. “Por eso el protocolo es tan importante, porque te obliga a aprender del tema. La mejor y quizás única forma en que se puedan producir cambios reales es con un directorio totalmente convencido de que no se puede seguir aceptando estos comportamientos”, concluye.

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