BRAGA
“El cine de Latinoamérica hecho por mujeres es poéticamente político: no necesita ser explícito para sentar postura clara y firme”, afirma la directora paraguaya Arami Ullón. Fuerte presencia del continente en la muestra.
Son películas hechas por mujeres. Y se nota. En la elección de temas, en la forma de contar la historia, en la mirada, en la elección de protagonistas, en la manera de filmar y hasta en el tratamiento del tiempo.
Una buena muestra de ellas podrá verse a partir de este martes 15 y hasta el próximo domingo 20 en el marco del Festival Internacional de Cine de Mujeres de Dortmund-Colonia, aquí en Alemania.
«Las películas realizadas por mujeres se caracterizan por una forma de contar propia, que no es lineal-patriarcal”, sostiene Maxa Zoller, directora artística del festival, en diálogo con DW.
Maxa Zoller, directora artística del Festival.
«No se cuenta la epopeya del héroe, en la que éste viene, ve y salva a todos, sino que son historias complejas, con varios niveles o ‘capas’, que se van entretejiendo como en un telar, en las que a menudo la noción del tiempo es circular”, explica la curadora.
El festival mostrará, de forma casi totalmente virtual debido a la pandemia, 70 películas en diferentes secciones: en competencia, «En foco: la conexión entre las plantas, las personas y otros animales”, «Sección preciada: películas feministas y queer”, «Panorama” -dedicada a documentales- e «Infantil-Juvenil”, entre las principales.
Festival Internacional de Cine de Mujeres de Dortmund-Colonia.
«Buscamos películas donde las mujeres tengan un papel protagónico, ya que esto no es muy común en las películas hechas por hombres”, indica Zoller.
«Los temas no tienen que ser ‘el gran protagonista heroico que conquista toda la ciudad’, sino que pueden ser las cuestiones más pequeñas, cotidianas, las que aportan el drama, el argumento de la película”, afirma.
«Aurora”, de la costarricense Paz Fábrega, -que habla sobre la maternidad desde el punto de vista de dos mujeres en momentos muy diferentes de la vida, que terminan encontrándose e involucrándose de una manera inesperada-, será la encargada de abrir el Festival.
Paz Fábrega, directora costarricense («Aurora»)
«Esta película fue para mí como una manera de hablar sobre algunas cosas, pero también de vivirlas. La empecé cuando estaba embarazada, y hacerla, con mi hijo de apenas unos meses de edad, fue poder volver a ser un poco más yo en un momento en que me sentía «secuestrada”, por tener que elegir entre estar sola con él o seguir participando del mundo”, cuenta Fábrega a DW.
«Cuando hicimos la película, éramos tres mamás que estábamos con bebés aún en lactancia: una de las actrices, la directora de fotografía y yo. Y creo que eso nos permitió explorar e ir haciendo lo que necesitábamos”, señala la directora desde Costa Rica.
Escena de la película «Apenas el sol» de la directora paraguaya Arami Ullón.
También será de la partida el extraordinario documental «Apenas el sol», de la directora paraguaya Arami Ullón, en el que la cámara acompaña el recorrido de un anciano del pueblo indígena ayoreo, mientras este graba -como lo viene haciendo desde hace décadas- el testimonio de los integrantes de su comunidad.
«En la película, Mateo Sobode Chiqueno atraviesa el árido y desolado Chaco paraguayo grabando en cintas magnéticas las historias y las canciones de otros ancianos ayoreo que, como él, fueron «arrancados” de la selva, y perdieron su territorio ancestral, sus seres queridos, sus medios de subsistencia, sus creencias y su hogar”, detalla Ullón a DW.
Arami Ullón, directora paraguaya («Apenas el sol»)
En tanto, en competencia estará la sutil y bella obra «Las mil y una”, de la argentina Clarisa Navas. «Mi película sale de experiencias muy personales, de haber vivido en el mismo barrio donde transcurre toda la película”, cuenta la directora nacida en la norteña y empobrecida provincia argentina de Corrientes, en diálogo con DW.
«Creo que nace desde una urgencia que tiene que ver con crear otro tipo de territorios existenciales, allí donde las condiciones de vida oprimen y muchas veces hacen pensar que nada se va a poder. Es una película que se arma contra todos esos imposibles del presente para crear nuevos afectos”, comparte Navas.
Escena de la película «Las mil y una» de la directora argentina Clarisa Navas
«Tenemos una gran presencia de películas latinoamericanas en esta edición del Festival”, apunta Zoller. «Es de una potencia extraordinaria lo que hoy se está filmando allí”, afirma.
«En muchos casos son directoras que, bajo una presión conservadora e incluso violenta, son capaces de seguir adelante, encontrar soluciones y contar su historia de manera maravillosa”, agrega. «Creo que tenemos mucho que aprender del continente”, subraya la experta.
Clarisa Navas, directora argentina («Las mil y una»)
«Latinoamérica todavía es un continente donde ser mujer comporta un riesgo continuo. Una crece con las noticias a diario de femicidios y violencias de todo tipo”, contextualiza Navas.
«Frente a ese dolor inmenso, yo siento que se está de otra manera, con una sensibilidad particular hacia ciertos detalles efímeros de la vida, del afecto, del contacto con otros, con películas que buscan reinventar lógicas desde el feminismo y otros tipos de estar más minoritarios”, reflexiona la directora desde Argentina.
«Creo que la narrativa femenina tiene una sensibilidad muy profunda, llena de sutileza y, al mismo tiempo, de una fuerza contundente”, aporta, por su parte, Ullón. «El cine de Latinoamérica hecho por mujeres es poéticamente político: no necesita ser explícito para sentar una postura clara y firme”, resume la directora.
