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El protagonismo de la lucha feminista y disidente en el nuevo ciclo político Yo opino Créditos: Foto de Leandro Torchio/ Aton Chile.

El protagonismo de la lucha feminista y disidente en el nuevo ciclo político

Rosario Olivares
Por : Rosario Olivares Profesora de Filosofía. Doctora en Estudios Americanos.
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Hemos asistido en los últimos años a un proceso histórico de toma de conciencia y organización que ha tenido como protagonistas a los movimientos feministas y disidentes a nivel nacional e internacional. Aún cuando queda un largo camino por recorrer, ambos movimientos tienen en Chile una larga historia, la que nos ha permitido avanzar en dignidad y derechos. Hoy, en el Día Nacional del Femicidio, la misma semana en que es asesinada Teresita Ponce en manos de un reincidente femicida, o que la mujer trans Katherine Guzmán fue brutalmente agredida en Quillota, no podemos pasar por alto que las vidas de mujeres y diversidades sexuales están en riesgo, más allá de los resultados del día de hoy. Hemos visto la fuerza de la reacción conservadora y los movimientos restauradores estas semanas, debemos estar preparadas.

En las últimas semanas, las mujeres y población LGBTI+ hemos estado en el centro del debate, ya sea por nuestra presencia o ausencia en los programas de gobierno. Por un lado, un candidato que propuso en primera vuelta eliminar el ministerio de la mujer para transformarlo en el ministerio de la familia, que no hace ninguna mención a la comunidad LGBTIQ+ en sus propuestas, o que no puede pronunciar la palabra lesbiana. Y por otro, un candidato que se compromete con nuestro sector, que incluye medidas programáticas consistentes con las demandas históricas de nuestro movimiento, y que entrega protagonismo a las disidencias y el feminismo en su campaña.

[cita tipo=»destaque»]Por delante tenemos muchas deudas y desafíos, sobre todo para detener la violencia estructural que vivimos a diario. Urge avanzar en prevención a través de una reforma curricular que contemple Educación Sexual Integral desde la primera infancia hasta la educación media. [/cita]

Lo anterior no es casualidad. Venimos de multitudinarias e históricas marchas en el 8M, de una presencia fuerte en el movimiento social que dio lugar al 18 de octubre, y de nuevas formas de organizarnos y hacer política. Sumado a lo anterior, hemos logrado avanzar sustantivamente en la política en Chile, alcanzamos la paridad en la Convención Constitucional, además del ingreso de convencionales de las disidencias y el compromiso feminista como un campo ineludible en la escritura de la nueva constitución. Obtuvimos la primera diputada trans en la historia de Chile, a lo cual se suma la primera bancada con mujeres abiertamente lesbianas y bisexuales electas. Todas muestras concretas de nuestro trabajo por visibilizar nuestros conflictos e incidir políticamente.

Si alguien sostuvo que las luchas de feministas y disidencias no eran convocantes o de masas, hemos visto en la realidad todo lo contrario. Ya no se puede dejar en el clóset a más de la mitad de la población. Fue esa misma fuerza la que se vio en el Paseo Bulnes en el cierre de campaña de mujeres y diversidades, en el despliegue territorial, en los continuos debates de RR.SS, la polémica de El Toro con Pablo Simonetti, o las banderas de la diversidad en el cierre de campaña de Kast mientras gritaban “el que no salta es un comunista y maricón”. Mujeres y disidencias nos volvimos imprescindibles.

Por delante tenemos muchas deudas y desafíos, sobre todo para detener la violencia estructural que vivimos a diario. Urge avanzar en prevención a través de una reforma curricular que contemple Educación Sexual Integral desde la primera infancia hasta la educación media. Urge desarrollar un sistema nacional de cuidados, atención temprana, capacitada y efectiva a las víctimas, campaña comunicacionales sin sesgos y conservadurismos, reforma profundas a la ley antidiscriminación, acceso a derechos sociales para la población LGBTIQ+ (como salud y cupo laboral trans trans), aprobar la Ley de Violencia Integral, entre otras medidas.

Claramente, este camino no será fácil, ya que tendremos a partir del próximo año un congreso que dificultará avanzar en estas demandas. Una importante piedra de tope será la dispersión de fuerzas en su composición, y la nueva bancada del Frente Social Cristiano, que ya ha mostrado su transfobia y discurso anti mujeres antes de asumir sus cargos. La crisis social y económica profundizada por la pandemia, que ha precarizado particularmente la vida de mujeres y disidencias, será un punto importante a revertir.

Con todo, el triunfo de Gabriel Boric no solo es el triunfo del proyecto de Apruebo Dignidad, es el triunfo de las feministas y disidencias sexuales que nos hemos tomado cada uno de los debates y espacios, porque en esta elección estaba en juego nuestra propia vida, así como todos los avances conseguidos.  Es por ello que este nuevo gobierno debe tomar la posta, con un gabinete donde la paridad sea el piso y no el techo, y podamos seguir siendo protagonistas de nuestra propia historia, con una nueva Constitución que garantice explícitamente nuestros derechos.

Para finalizar, quisiera recordar unas palabras de Bell Hooks, importante feminista interseccional que falleció este miércoles 15 de diciembre, quien señala en uno de sus libros más difundidos, “el feminismo es para todo el mundo”, que, “el pensamiento feminista nos enseña a todas las personas cómo amar la justicia y la libertad, de tal modo, que promuevan y reafirmen la vida”. Y eso es justamente lo que debemos asentar en el futuro, construir un camino político que nos permita conservar la vida y vivirla dignamente, porque las, los y les providas somos quienes estamos del lado de los derechos como un horizonte alcanzable para todes, y no para unos pocos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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