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Puerperio: 41,3% de chilenas mantiene síntomas de ansiedad incluso seis meses después del parto BRAGA Créditos: Foto de анастасия войтко

Puerperio: 41,3% de chilenas mantiene síntomas de ansiedad incluso seis meses después del parto

El tabú de la salud mental materna es real, y por desgracia, es una realidad de la que no se habla, afirma la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera, Ximena González. Desde la idea de concebir un hijo, el embarazo y luego la crianza, son etapas que, con la llegada de la pandemia, han provocado trastornos agravados para las mujeres, tales como la ansiedad y la depresión. En el marco del Día de la Madre, ¿Cómo podemos mejorar esta situación?


Ser madre primeriza o volver a repetir dicho proceso, no es fácil, la salud mental se ve comprometida y muchas veces, el entorno lo desconoce. Está comprobado que las mujeres que reciben más apoyo, especialmente de sus parejas o de su red de apoyo, presentan menos sintomatología que aquellas mamás que reportan estar menos apoyadas. 

De acuerdo a la investigación “Salud mental en madres en el período perinatal”, realizada por investigadoras de la Universidad del Desarrollo, el 44,3% de las mujeres reportaron síntomas de ansiedad durante el embarazo, lo que se mantuvo a los seis meses postparto con un 41,3%. 

En relación a la depresión, 13,9% y 20,9% presentaron sintomatología depresiva durante el tercer trimestre y a los seis meses de postparto, respectivamente.

Al respecto, la psicóloga de Nueva Clínica Cordillera, Ximena González, explica cómo impacta la ansiedad desde el punto de vista fisiológico y psicológico. “Las hormonas cambian para tener un sistema de alerta mayor a la motivación y demanda del bebé. Entonces, existe una concentración alta en oxitocina que nosotros le llamamos la hormona del amor. Sin embargo, también genera mucha ansiedad, porque también está el componente psicológico entre mi yo real versus mi yo ideal, en lo que va a ocurrir”

En este sentido, la psicóloga destaca la importancia de la contención y corresponsabilidad en la crianza del hijo.

“Lo primero es la auto regulación emocional, luego la contención familiar y el sistema de redes de apoyo. Para que la mujer pueda contener a su guagua, es sumamente importante que ella también sea contenida, querida y cuidada. Cuando esto no ocurre, el embarazo, crianza y  maternidad se ve de una manera sumamente patriarcal, es decir, desde la obligación, desde la responsabilidad y no desde el placer”, agrega.

Según la psicóloga Marina Alarcón, también “existen riesgos, como la cesantía, la sobrecarga laboral, la cantidad de hijos, si en esa familia hay problemas económicos, que pueden provocar que se dañe la salud mental de esa madre, y quizás de la familia, dependiendo de la situación. Es un tema de acumulación de estresores, muchas veces, llega un hijo más inesperado que otro, por ejemplo, y obviamente te puedes ver afectada”.

La pandemia también a agravó o gatilló estos trastornos mentales. Otro estudio realizado para conocer la situación de las mamás con la llegada del Covid-19, reveló que el 16% de las encuestadas tuvo depresión antes de quedar embarazada, mientras que un 18% tuvo ansiedad. Las cifras van en alza cuando se consulta sobre lo que pasó después: 23% indicó tener o haber tenido depresión postparto y 64% trastorno de ansiedad. Y un 9% de quienes fueron diagnosticadas, no recibieron tratamiento. 

Los estudios buscan sensibilizar y visibilizar a la opinión pública respecto a la importancia de la salud mental de las madres, que se ha considerado un tabú en el proceso de gestación y maternidad.

“La soledad suele ser más castigadora. La salud mental a veces también requiere un apoyo farmacológico importante, un antidepresivo, un ansiolítico, ya que cuenta con bastantes estresores, sobre todo cuando tiene varios hijos o cuando sus variables son socioeconómica, sociales, emocionales”, explica González. 

En consecuencia, una de las recomendaciones para el bienestar de las madres es “ hablar con otras madres, tomar conciencia sobre nuestra historia familiar, qué es lo que se espera y qué es lo que espero yo, ser totalmente consciente de cuál va a ser y cuál es mi posicionamiento”, y agrega que “no hay mamás perfectas, hay que dejar de idealizar la maternidad. Muchas veces para esto se necesita deconstruir todo lo que nosotros tenemos y sabemos, para volver a armar nuestras propias ideas, nuestro propio modelo de crianza”. 

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