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Alicia Lira Matus: la activista que continúa en la búsqueda de verdad, justicia y reparación para las víctimas de la dictadura BRAGA Créditos: Agencia Uno

Alicia Lira Matus: la activista que continúa en la búsqueda de verdad, justicia y reparación para las víctimas de la dictadura

Valentina Paredes
Por : Valentina Paredes Periodista en El Mostrador Braga
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Creció en Concepción, lugar donde fue testigo de la solidaridad entre pobladores y pobladoras. Años más tarde llegó a Santiago, donde conoció la organización política y a su pareja, Felipe Rivera. Con la llegada del golpe militar, tanto su esposo como su hermano, fueron ejecutados por agentes represivos, razón que la llevó a ser parte de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP). En ese sitio, Alicia ha impulsado diversas acciones para traer verdad a las familias sobre sus detenidos desaparecidos.


Durante el golpe militar, decenas de familias fueron separadas producto de las detenciones y ejecuciones ilegales hacia personas que eran consideradas una amenaza. Debido a estas violaciones hacia los derechos humanos, es que el trabajo de distintas agrupaciones enfocadas en la verdad y justicia, fue fundamental durante la época. 

Es necesario destacar, que la labor de tales agrupaciones estuvo muchas veces lideradas e impulsadas por mujeres, quienes eran madres, hijas o parejas de los detenidos desaparecidos que fueron arrebatados por la dictadura. 

Entre una de las destacadas activistas que hasta el día de hoy lucha por la justicia y reparación, se encuentra Alicia Lira Matus, integrante y presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos. 

Por esto, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos el impacto de Alicia Lira Matus, activista que impulsó distintas aciones en contra de la represión ejercida en dictadura y que en la actualidad continúa luchando por preservar la memoria. 

Alicia nació el 8 de noviembre en Concepción, lugar donde creció y fue testigo de las dificultades que debía enfrentar la clase obrera. Sin embargo, allí también conoció la solidaridad y valores compartidos entre pobladores y pobladoras frente a las injusticias. Unión, resiliencia y esfuerzo fueron cosas que desde muy pequeña ella presenció. 

Posteriormente, aproximadamente a los 14 años, Alicia se trasladó con su familia hasta Santiago. En la capital, llegó a trabajar a una empresa textil, donde conoció lo que era la organización sindical, lo que la llevó a unirse y participar activamente en las Juventudes Comunistas. 

Mientras militaba, Alicia conoció a Felipe Rivera, con quien no solamente trabajó políticamente, sino que se convirtió en su pareja. Matus y Rivera se casaron en febrero de 1970, ambos trabajaron de mano de las comunidades populares por la lucha de derechos sociales. 

Sin embargo, el 8 de septiembre de 1986, luego del atentado contra Augusto Pinochet, ‘‘el negro’’, como le decía de cariño Alicia, fue ejecutado. 

Ese mismo año, en agosto, Diego, el hermano de Alicia, fue detenido e incomunicado en la cuarta región. La activista viajó hasta La Serena en compañía de la Vicaría de la Solidaridad para buscarlo. Pero él también había sido asesinado. 

Estos hechos marcaron un precedente en la vida de Lira Matus, lo que la llevó a ingresar a la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP). 

La decisión de Alicia sobre ingresar a la agrupación, se debió a que ella sentía ganas de luchar por la verdad, justicia y reparación de las decenas de víctimas del golpe, ya que para ella quedarse sentada llorando por la perdida de su pareja y hermano no traería ningún consuelo. 

Alicia comenzó su trabajo en la organización, siendo una de las militantes más activas e impulsando a la comunidad a pelear contra la represión de la dictadura. En una ocasión se organizó con distintas mujeres para encadenarse en las afueras del ex-Congreso como forma de protesta. 

La militante también jugó un papel fundamental en los territorios, por ejemplo, organizó e impulsó grupos antifascistas y ollas comunes en poblaciones. En esos mismos lugares también se enfrentó a los allanamientos que realizaban los agentes del estado. 

Cuando distintos pobladores eran detenidos en esos operativos, Alicia Lira en conjunto con familiares de las personas concurría a las comisarías para hacer presión y pedir la liberación de ellos. 

Su trabajo en la agrupación 

Desde el año 2009 Alicia se desempeña como la presidenta de ANEP, rol en que se ha destacado por seguir en la búsqueda de la justicia y reparación, a través de diversas campañas, acciones, etc. 

Por ejemplo, a través de la agrupación impulsó #ProfugosImpunes, acción en la cual con ayuda de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI capturaron a distintas personas que durante el golpe estuvieron a la cabeza de los procesos de tortura. 

En la misma línea, la dirigente ha interpuesto diversas acciones legales contra la dictadura. Por ejemplo, en el año 2016 junto al Colectivo Memoria UC y la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica interpusieron seis querellas por ejecutados y detenidos desaparecidos que formaron parte de la institución y de DUOC UC. 

En la actualidad, Alicia ha sido clara en mostrarse a favor de distintos movimientos sociales, No + AFP; agrupaciones estudiantiles; y organizaciones feministas. Sobre esta última, ha opinado que es fundamental impulsar los movimientos de mujeres para lograr la equidad de género. 

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