BRAGA
Créditos: Edu Carvalho en Pexels
El viejismo se refiere a la discriminación por motivos de edad. En pocas palabras, son los estereotipos que derivan en conductas de exclusión hacia las personas mayores. Según explica la presidenta de la Fundación GeroActivismo, Agnieszka Bozanic –en conversación con El Mostrador Braga–, estos prejuicios aumentan cuando se trata de mujeres. ‘‘No es lo mismo para un hombre que para una mujer. Mientras los varones maduran, las mujeres envejecen, dando este componente negativo’’, señala. A esto se suma el papel de la publicidad, el marketing y los medios, que de forma indirecta, hasta la actualidad, perpetúan el rechazo a llegar a la vejez.
«Cuando cumplí cuarenta años, recibí tres ofertas para hacer de bruja. No recibí ninguna propuesta para interpretar a alguna figura femenina de aventura, el interés romántico de alguien o una heroína. No, solo me ofrecían hacer de bruja porque tenía cuarenta y estaba vieja«, fueron las palabras de la destacada actriz Meryl Streep durante la premiere de la película Into the Woods.
Sin embargo, este hecho que retrata la exclusión que viven las mujeres mayores y los estereotipos a los que se ven sometidas para mantenerse siempre jóvenes y hermosas, no es una problemática exclusiva de Hollywood.
Cuántas veces en tu vida has visto un comercial que ofrece una maravillosa crema que promete disminuir las arrugas del rostro, esto gracias a su fórmula ‘‘anti-edad’’. O cuántas veces tu marca de tintura favorita ha incluido un color más intenso y efectivo para borrar esas canas que comienzan a aparecer con los años.
Son múltiples los comerciales y publicidad que de forma indirecta comunican la vejez como algo negativo que debe revertirse. Según explican desde la Fundación GeroActivismo, en conversación con El Mostrador Braga, todo esto se incrementa cuando se trata de mujeres.
‘‘No es lo mismo para un hombre que para una mujer. Mientras los varones maduran, las mujeres envejecen, dando este componente negativo, y van surgiendo diferentes ideas asociadas al viejismo machista’’, señala la psicogerontóloga y presidenta de la fundación, Agnieszka Bozanic.
De acuerdo a lo que explica Bozanic, el viejismo se refiere a la discriminación por motivos de edad. En estricto rigor, es todos los estereotipos y prejuicios que derivan en conductas de exclusión hacia las personas mayores.
‘‘Vivimos en una sociedad viejista que nos dice constantemente que está mal envejecer, que debemos controlar lo incontrolable, y a muy temprana edad vamos interiorizando esos estereotipos y prejuicios acerca de lo que es el envejecimiento y las personas mayores’’, destaca la psicogerontóloga.
‘‘Nos dicen que debemos teñirnos las canas o que no podemos tener arrugas. Todo lo que es el movimiento anti-age tiene una fuerte presencia’’, agrega.
Según explica la psicoterapeuta feminista y cofundadora del Centro de Atención Psicológica Amaris, Charlenne Gallardo Sapunar, el viejismo afecta mayoritariamente a las mujeres debido a que históricamente su imagen corporal se ha influenciado de la publicidad, el marketing y los medios de comunicación.
‘‘Estos estereotipos de envejecer en las mujeres tiene que ver con violencia simbólica y estética, lo que se relaciona con las opresiones que vivimos en una sociedad patriarcal, donde siempre se nos está imponiendo vernos o comportarnos de acuerdo a un estándar’’, señala.
De acuerdo a datos de la encuesta ‘‘Pensar en el Cuerpo 2022’’, de la organización La Rebelión del Cuerpo, un 58% de las encuestadas señaló que está de acuerdo o muy de acuerdo con que si la publicidad fuera más real/diversa dejarían de sentir inseguridad respecto a su cuerpo.
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‘‘Afecta la autoestima, desde que somos niñas. Las mujeres tenemos un problema con la edad, existen complejos con este tema. Tiene que ver con una dificultad para estar en el mundo, empiezan a restarse de cosas. Ya no van a querer hacer algo o ponerse algo por estar vieja’’, destaca la psicoterapeuta.
Por otro lado, según detalla Agnieszka Bozanic, esta percepción negativa de la vejez tiene otras consecuencias relacionadas con la calidad de vida de las personas mayores. ‘‘Se ha asociado el viejismo a la depresión, baja autoestima, soledad y bajo bienestar’’.
En la línea con lo que explican las expertas, las mujeres mayores incluso se pueden ver privadas o excluidas de aspectos tan normales y fundamentales como la sexualidad. Por ejemplo, según el estudio ‘‘Sexualidad en la vejez: mito o realidad’’, se explica que los mismos profesionales de la salud no preguntan sobre cómo se desarrollan sus pacientes de edad avanzada en este ámbito, ya que se asume que son inactivos(as).
‘‘Se ve a las mujeres mayores como asexuadas cuando ya les llega la menopausia y pierden su función reproductiva o esta identidad asociada a la reproducción, inmediatamente estos cuerpos envejecidos son poco atractivos, ya no son consumibles’’, destaca la presidenta de la Fundación GeroActivismo.
Sin embargo, en el último tiempo esta creencia de que las mujeres mayores no son activas o atractivas sexualmente, puede objetarse si es que a edades avanzadas se continúa cumpliendo con ciertos estándares y estereotipos impuestos.
En el año 1999, la destacada actriz Jennifer Coolidge participó de la película de comedia American Pie, donde interpretó a Jeanine Stifler, la mamá de uno de los protagonistas jóvenes. Dado ese papel, comenzó a popularizarse el término M.I.L.F. (Mom I’d Like to Fuck).
Jennifer fue catalogada como la primera Milf del cine, es decir, como la primera mamá que despertaba un deseo sexual entre la audiencia. Lo anterior, principalmente por su figura con pronunciadas curvas, su cabello rubio y atractivo hegemónico.
Desde ese momento, esta figura se ha popularizado –incluso siendo una categoría popular en la pornografía–, situación que incrementa más los estereotipos y el miedo a envejecer no cumpliendo con cañones de belleza establecidos.
‘‘Desde que nacemos se nos impone a las mujeres que tenemos que ser y comportarnos para otros y esto quita el foco de nosotras mismas’’, explica Charlenne Gallardo.
La presidenta de la Fundación GeroActivismo destaca que, lamentablemente, este refuerzo de cánones continúa siendo algo muy presente en las industrias actuales. Provocando que los estereotipos sigan expandiéndose y que las mujeres crean que esa es la única salida para dejar de ser excluidas por su edad.
‘‘Si se es hegemónicamente hermosa, por supuesto que va a estar viviendo menos discriminación que otras mujeres que no son consideradas así y eso lo vemos muy evidentemente en la industria del modelaje actual o en la cosmética’’, detalla Bozanic.
Los principales desafíos para erradicar los estereotipos respecto a la vejez, se enmarcan principalmente en identificar personalmente cuáles son los prejuicios que tenemos en relación con las etapas más avanzadas de la vida.
‘‘Tenemos que reflexionar de forma crítica acerca de los estereotipos que tenemos acerca de las personas mayores, cuáles son esos miedos a envejecer, por qué tengo ese miedo’’, apunta Bozanic.
Ante todo, la psicogerontóloga destaca que esos prejuicios tienen un trasfondo que también se debe abordar desde la política pública, para asegurar que todas las personas tengan acceso a una vejez digna y libre de estereotipos.
‘‘Actualmente las personas mayores en Chile, especialmente mujeres, viven en la pobreza. Ya sea por las brechas salariales o una vida con una trayectoria de discriminación, por lo tanto, la vejez no es una etapa a la que se quiera llegar’’, finaliza Agnieszka Bozanic.
