BRAGA
El pasado viernes 26 de mayo, renunció Aldo Sanhueza al Consejo Constitucional, un exrepublicano acusado de abuso sexual. Fuimos las feministas quienes nos pronunciamos contra sus actos e hicimos lo que mejor sabemos hacer, organizarnos y hacer ruido hasta que nos escuchen. Fue entonces que nos reunimos afuera del Servel para exigir su renuncia, entendiendo que tener una persona de tan bajo nivel moral en el órgano que redactaría lo que sería la próxima Constitución del país no solo es un riesgo para nuestra democracia, sino además una revictimización para las mujeres que hemos sido vulneradas de esta forma.
Es indignante que el Partido Republicano no haya sido capaz de reprochar a su candidato y condenar sus actos ¿No es este el partido que supuestamente vela por la seguridad? ¿Dónde queda en su lógica entonces la seguridad de las mujeres de Chile? ¿Será quizás que para el Partido Republicano las mujeres y niñas somos personas de segunda categoría? La neutralidad que tienen hacia la violencia sexual solo nos demuestra que efectivamente no somos consideradas en su acción política y tampoco está en sus demandas la protección de nuestras vidas.
El 2023 tuvo el inicio de año con mayor número de femicidios desde el 2008, en un país que en cinco meses acumula 14 femicidios consumados (Sernameg) y que aún no tipifica el suicidio femicida, la seguridad toma cara de mujer.
Muchas veces hemos escuchado que tenemos que neutralizar el discurso feminista, esconderlo un poco, estoy aquí para decirles que no existe fuerza política más potente que la articulación entre feministas, que somos nosotras quienes generamos redes de apoyo para prevenir o abordar la violencia de género, somos nosotras quienes estamos alertas para exigir justicia por alguna compañera asesinada solo por ser mujer y pase lo que pase, somos capaces de dejar nuestras diferencias de lado y unirnos por una causa que va más allá de nosotras: la vida de las mujeres y la protección de nuestros derechos, por eso decimos ¡No Pasarán!
