BRAGA
La falta de ingresos suficientes, junto con la ausencia de apoyo financiero de los padres, contribuye significativamente a su situación.
Las cifras evidencian que la mayoría son arrendatarias, no cuentan con un vehículo propio y se endeudaron para cubrir gastos básicos, ya que se encuentran en plena etapa de crianza.
De acuerdo a datos obtenidos por GrupoDefensa.cl, y analizados por Unholster, en los últimos tres años, al menos el 35% de las 1.602 mujeres que se declararon en quiebra, son madres.
Así lo evidenció el primer Estudio de Caracterización de Madres Chilenas que enfrentan la quiebra, que analizó la situación de estas 566 mujeres con hijos que solicitaron la liquidación voluntaria en el marco de la Ley de Insolvencia, sobre una muestra representativa de 4.480 personas, equivalente al 25% de los casos a nivel nacional.
¿Quiénes son?
El análisis mostró que el 65% de las madres quebradas tienen entre 35 y 54 años, es decir, la mayoría de ellas se encuentra en plena etapa de crianza, mientras que el 28% de ellas son madres de entre 55 y 70 años.
Del total de casos analizados, el 45% reside en la Región Metropolitana, zona a la que le siguen las regiones de Valparaíso y Biobío con el 10% del total cada una.
Otro de los datos llamativos, es que la mayoría de las madres que se han declarado en quiebra, no poseen un vehículo registrado a su nombre, siendo un 79% de ellas las que no poseen auto, versus el 21% que tiene uno o más vehículos.
Por otro lado, el 96% de las mujeres que quebraron no tienen roles registrados en el padrón de bienes raíces, es decir, la gran mayoría no cuenta con propiedades a su nombre. Así, el 96% de las mujeres que quebraron son arrendatarias; el 2,1% son propietarias y el 1,9% son propietarias y arrendatarias.
El abogado, Ricardo Ibañez, explicó que a diferencia de los hombres, el endeudamiento de las mujeres que son madres y que quiebran en Chile tiene que ver principalmente con la cobertura de los gastos básicos de sus familias y no con la adquisición de bienes.
“Las mujeres que son madres, básicamente, se endeudan en herramientas de crédito de corto plazo como tarjetas de crédito de casas comerciales, que les permiten, por ejemplo, pagar gastos básicos como el gas, remedios, y supermercado, a través de compras en cuotas o incluso obtener avances en efectivo que le permiten solventar los gastos del día a día”, comentó Ibáñez.
En ese contexto, añadió que la maternidad impacta en la quiebra de las mujeres en el sentido de que los ingresos que generan resultan insuficientes para solventar los gastos de la familia.
“En la mayoría de los casos, estas madres no tienen el apoyo de los padres, por lo que corresponde a mujeres que no están en una situación de pareja y que luchan en los tribunales de familia por obtener el oportuno pago de las pensiones de alimentos. Dicho eso, quiebran básicamente por el hecho de tener que, con un ingreso desmejorado y sin la presencia activa de un padre, enfrentar los gastos de crianza, que hoy tiene los costos que todos conocemos”, indicó.
Por su lado, la abogada Carmen Gloria Arroyo afirmó que “sabemos que muchos empleadores en Chile castigan a las mujeres con un menor sueldo respecto a los hombres para un mismo puesto o incluso, evitando su contratación. Esta fragilidad del empleo de las mujeres sumado al alto porcentaje de hijos que crece sin un padre responsable, los llamados “papitos corazón”, acentúa la compleja realidad económica de esas madres y el bienestar de sus hijos”.
“En toda materia es imperioso desgranar las cifras y los datos, ya que dan cuenta de cuál es el problema a tratar. Los análisis apuntan no solo a caracterizar a las afectadas, sino también a comprender los patrones y factores que contribuyen a su vulnerabilidad económica para que autoridades puedan implementar políticas más robustas y dirigidas a prevenir este tipo de casos”, destacó el gerente general de Unholster, Antonio Díaz-Araujo.
