BRAGA
Por más de 40 años el Premio Nacional de Historia se le ha entregado a historiadores e investigadores hombres, sin embargo en 2018 una mujer llegó a quebrar esa realidad. Sol Serrano, nacida el 25 de marzo de 1954 dentro de una familia de intelectuales. Hija del reconocido ensayista y exministro Horacio Serrano Palma y de Elisa Pérez Walker, conocida popularmente como Elisa Serrana, autora y escritora feminista.
“Hemos vivido, vivimos y queremos vivir juntos como sociedad, y nuestra pregunta como historiadores y como ciudadanos siempre será, ‘cómo queremos vivir juntos’. Eso es lo que yo interpreto y me siento una hija amada de la República”, mencionó Sol en su discurso cuando fue galardonada como Premio Nacional.
Es por esto que, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal donde destacamos a mujeres de la historia y el presente, visibilizamos el trabajo y trayectoria de esta destacada investigadora e historiadora que abrió paso a que otras mujeres puedan obtener el reconocimiento.
Su especialidad es la historia de la educación, destacó en la obra “El Liceo” (2018) fundamentando la importancia de esta durante el siglo XX. “Sus estudios sobre la educación pública han tenido un impacto directo en la formación ciudadana de las nuevas generaciones y en la enseñanza de la historia”, indicó Patricio Bernedo, decano de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política de la Universidad Católica, institución donde Sol realizó sus estudios y posteriores trabajos.
Su rol social
La historiadora postuló varias veces al galardón, sin embargo lo obtuvo al tercer intento. Perseverancia y esfuerzo para destacar en un mundo catalogado de hombres, Sol junto a un equipo de otros investigadores, creó en 2010, un proyecto para salvaguardar documentos históricos del Liceo Abate Molina de Talca, posterior al terremoto, donde luego ese proyecto establecería las bases de Programa de Archivos Escolares (PAE), que actualmente apoya el rescate patrimonial de archivos de establecimientos educacionales a nivel nacional.
Del mismo modo, Sol Serrano destaca en la defensa de los derechos humanos y la libertad de educación equitativa, participando en espacios como la Mesa de Diálogo en Derechos Humanos, el Consejo Asesor Presidencial para la Educación, la Comisión de Formación Ciudadana del Ministerio de Educación, el Consejo Nacional de Televisión y el Consejo de Fondecyt, entre otros.
“El objetivo común es que la violación de los derechos humanos no pueda volverse a repetir. Ese es el punto central. El valor de los derechos humanos no se puede relativizar”, dijo la historiadora a El Mercurio en 2018.
La visión sobre el género
La investigadora ha señalado en varias oportunidades lo difícil que ha sido construir las carreras de las historiadoras en un mundo donde mayoritariamente es de hombres. “Ha sido difícil ser mujer en la academia”, compatibilizar la crianza, las labores que históricamente se le han asignado a las mujeres y poder ejercer su carrera profesional. “Para quienes formamos la primera generación de mujeres que nos doctoramos, no fue fácil”.
Su visión es crítica en el ámbito de las desigualdades de género, donde señala que a pesar de que somos seres en igualdad de condiciones, esto en la realidad no ocurre. “La historia de la democracia es la tensión entre aquel principio fundamental y su realización histórica. No, no éramos todos libres, ni todos iguales en dignidad y en derechos”, expresó al diario La Tercera.
Las injusticias de género y de educación es lo que ella quiere mejorar. Una educación donde el acceso no sea desigual, aunque la historia haya sido así. También acabar con la violencia hacia las mujeres. “Las mujeres -de formas muy diversas- han sido heridas por el sólo hecho, hay que repetirlo, por el sólo hecho de ser mujeres”.
