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La guerra y su impacto en la vida de las mujeres BRAGA

La guerra y su impacto en la vida de las mujeres

Una vez más el mundo se conmociona frente a un episodio bélico, esta vez con foco en la franja de Gaza. Tal como ha ocurrido con el conflicto entre Rusia y Ucrania, la guerra está afectando a la seguridad y estabilidad de miles de familias, mujeres, hombres y niños.


Cuando hablamos de conflicto armado, son nuevamente las mujeres quienes ven vulnerados sus derechos, incrementando la discriminación, desigualdad y violencia de género a la que se ven afectadas, más cuando existen componentes religiosos y culturales que del algún modo reducen su libertad.

Históricamente, las mujeres han sido víctimas desproporcionadas de la violencia sexual, la esclavitud, la trata de personas y la brutalidad en conflictos armados. Desde las violaciones sistemáticas hasta el secuestro y la explotación, las atrocidades contra las mujeres en tiempos de guerra son profundamente perturbadoras y no pueden ser invisibilizadas. Además, las mujeres enfrentan la amenaza constante de ser desplazadas, separadas de sus familias y comunidades, y de perder sus medios de subsistencia.

También son ellas quienes adoptan los roles de cuidado de la familia, además de proveedoras de recursos básicos para sus hogares, como salud o alimentos, en un momento donde estos son escasos. Se tiene, por tanto, una situación de alta vulnerabilidad de derechos para niñas y mujeres.

 

Es por esto que las mujeres deben participar activamente en roles que permitirán a otras sentirse seguras y representadas, por lo que es importante señalar que en el contexto de la negociación y aplicación de los acuerdos de paz es necesario considerar la perspectiva de género e incluir las necesidades de las mujeres y niñas en la repatriación, reasentamiento, promover su participación en los procesos autóctonos de solución de conflictos y la adopción de medidas que garanticen la protección y respeto de sus derechos humanos. En países con una ideología marcada por una cultura que las oprime esto es evidentemente complejo.

 

Es clave que el mundo, las convenciones existentes y la solidaridad global se hagan sentir. Una paz efectiva va de la mano de construir y dar paso a una verdadera igualdad entre hombres y mujeres, una responsabilidad de la que todos debemos ser partícipes.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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