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Laurent Garnier: El secreto está en la torna

Discotheque Morocco, Buenos Aires 3 AM. El dj Laurent Garnier revoluciona el lugar. El trabajo del francés que milita en las filas del house -deep, hypnotic, french o como quieran etiquetarlo, pero house al fin y al cabo -claro que del fino- es innovador a concho.


Sorprende el tratamiento especial que hacer este músico francés con cada disco: utilizando el quiebre como canción y el sampler como un coro de repetición perpetua que marca el beat. Los papeles se invierten para quedar de un mismo lado.



Lo que suena bajo la avalancha de bajos y bombos es una canción: sí, tal vez un trozo de Daft Punk, otro de Nine Inch Nails, alguno de Donna Summer (y detrás de ella el talento de Giorgio Moroder) o Lenny Kravitz. Es difícil precisar, ya que todos los referentes se confunden en el sampler, pero la colección de discos que portaba en esos momentos Garnier era encabezada por un disco de la cantante negra y en otro momento se escuchó con claridad el texto «I belong to you…you belong to me» de Kravitz.



Tal vez eran otros discos, pero el resultado es igualmente arrollador: el trozo de canción marca un standar, un reflejo de memoria que guía el baile. Utiliza bases con una fuerte carga afro, un hip hop profundo que logra una fusión con los demás elementos. Un collage que lleva a todos hacia un estado de movilidad inmóvil… Parece que la intensidad fuera a subir, pero no sucede, viene una especie de calma pero pronto retoma esa inquietud sin definir cuyo gancho es la melodía escondida: la desconstrucción de la armonía, en este caso.



Además de esta demostración de talento, el dj pinchó algunas piezas de house estilo Detroit como lo hacen los grandes como Juan Atkins y Jeff Mills. Hasta las 5 y 30 AM Garnier siguió embobado pinchando un disco tras otro, con los ojos puestos en la torna, viendo cómo, cuándo y a qué velocidad hacer girar los vinilos sobre las bases que salían del computador.

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