La entrega de los premios Grammy el próximo miércoles ha alcanzado una nivel de atención altísimo, no tanto por la importancia de estos galardones que anualmente concede la Academia de Artes y Ciencias Discográficas sino por la polémica que rodea a su principal candidato, el rapero Eminem.
El cantante oriundo de la ciudad de Detroit aspira a cuatro candidaturas en esta 43 edición de los principales premios del mundo de la música, entre ellas el de mejor álbum del año.
Al margen de su victoria, bastante probable, o de su derrota, el hip hopero que ha ofendido a homosexuales y ha recibido duros ataques por la violencia y mal gusto de sus letras, sirve en esta ocasión la polémica en bandeja de plata.
La Academia echará más leña al fuego abriendo la ceremonia con una canción de Eminem, que interpretará a dúo con el popular cantante y reconocido homosexual Elton John, una buena estrategia para aumentar la audiencia de una retransmisión que suele contar con mil 500 millones de espectadores en todo el mundo.
«Sea como sea, los Grammy ganan», afirma la revista Entertainment Weekly. La polémica en torno a Eminen es el centro de esta entrega de premios, que repartirá el próximo miércoles a las 17.00 hora local (01.00 GMT del jueves) las estatuillas en forma de gramófono en el estadio Staples de Los Angeles.
De acuerdo con los observadores locales, el intérprete de 28 años cuyo verdadero nombre es Marshall Mathers III tiene todas las posibilidades de alzarse ganador del Grammy al mejor álbum del año, categoría en la que compite contra Beck (Midnite Vultures), Radiohead (Kid A), Paul Simon (You’re the One) o Steely Dan (Two Against Nature).
El premio a su álbum The Marshall Mathers LP sería una declaración de principios por parte de los miembros de la Academia en apoyo a la libertad de expresión, en un año en el que la industria del espectáculo ha sido centro de ataques políticos contra los contenidos provocativos de su obra.
Como aseguró Elton John al justificar su presencia en el dúo con Eminem, su interpretación conjunta del tema «Stan» quiere ser una «rama de olivo».
«Se que voy a recibir muchas críticas de gente que protestará durante esta ceremonia pero prefiero tirar las murallas que nos dividen que construirlas», afirmó John a la prensa.
El intérprete de "Candle in the wind" no está equivocado cuando habla de protestas: la Alianza de Homosexuales y Lesbianas contra la Difamación ya ha anunciado manifestaciones para el próximo miércoles a la puerta del auditorio.
Se rumorea que Madonna se negó a cantar a dúo con el rapero blanco que ha vendido 8,1 millones de copias de su álbum en un género dominado por los intérpretes negros y de que hay algo más que razones de salud en la retirada de Whoopi Goldberg como maestra de ceremonias de la velada, trabajo del que ahora se encargará Jon Stewart.
En caso de que los más de 16.000 miembros de la Academia se negaran a respaldar al cantante con su voto, esto sería entendido como una proclamación de que la organización se opone al odio y a la homofobia como base para la inspiración artística.
Al margen de la ceremonia, Emimen está a la espera del juicio en el que se ha declarado culpable de portar armas ilegalmente tras golpear con una pistola a un hombre que supuestamente estaba besando a la esposa del cantante.
Gane o pierda Eminem, la entrega de los Grammy no parece tener un claro favorito en esta 43 edición que acapare los premios como ocurrió el pasado año con Carlos Santana y hace dos con Lauryn Hill.
La mejor muestra de esta variedad es la lista de intérpretes que se darán cita en esta gala de más de tres horas de duración.
Ésta incluye a Tony Bennett, Gloria Estefan, Joni Mitchell, Andy García, Santana, Toni Braxton y Sisqo, entre otros, que ayudará a Stewart en sus tareas como maestro de ceremonias.
Como cantantes, pasarán por el escenario Macy Gray, Sheryl Crow, Shelby Lynne, Moby, Jill Scott, Blue Man Group y Marc-André Hamelin.
También estarán Madonna, Christina Aguilera, Destiny’s Child, Faith Hill, ‘N Sync, Nnenna Freelon, Brad Paisley, Dolly Parton, Take 6 y los irlandeses U-2.
EFE
