Marcelo Fromer -guitarrista de la banda brasileña de rock «Titas»-tiene «muerte cerebral» a raíz del accidente de tránsito que sufrió el pasado lunes. Sus familiares ya han autorizado la donación de sus órganos.
Fromer, de 39 años, fue atropellado por un motociclista cuando corría por una avenida de Sao Paulo y los exámenes a que fue sometido hoy en el Hospital das Clínicas, donde fue ingresado, mostraron «evidencias clínicas de muerte encefálica».
El músico sufrió un traumatismo craneal que lo sumió en un coma profundo y fracturas en diferentes partes del cuerpo, según lo confirmó el equipo médico que lo atiende a través de un primer comunicado que calificó su estado de «extremadamente grave».
Según los médicos, desde que fue ingresado Fromer no mostró ninguna señal de mejoría, lo que hizo temer por la muerte cerebral confirmada en los exámenes practicados hoy.
Uno de los especialistas dijo en rueda de prensa que los equipos de respiración artificial que mantienen con vida al rockero seguirán funcionando mientras se organiza el trasplante de sus órganos, cuya donación fue autorizada por la familia.
Previamente, los familiares del artista pidieron a sus amigos y seguidores que rezaran por él pues «sólo un milagro» podría sacarlo de un estado «prácticamente irreversible».
La noticia de la muerte cerebral de Marcelo Fromer sumió en el llanto a decenas de seguidores de la banda «Titas» que esperaban noticias suyas frente al hospital.
Fromer formaba parte del grupo desde su fundación, en 1982, y compuso junto con sus socios Tonny Belloto y Arnaldo Antunes éxitos de la banda como «Televisión», «Somnífera Isla» y «Nombres a los Bueyes», entre otros.
Además de la música, Fromer era un apasionado del fútbol y de la cocina, asuntos sobre los que escribía columnas en la prensa local y en revistas especializadas.
El guitarrista escribió el libro «¿Vocé Tem Fome de Qué?» (¿Tienes hambre de qué?), con recetas de cocina descubiertas en sus giras musicales por el país, y últimamente trabajaba en la biografía del ex delantero de la selección brasileña Walter Casagrande, su amigo personal.
EFE
