La cantante Chavela Vargas afirmó que admiraba mucho al líder de la guerrilla zapatista, el subcomandante Marcos, pero después de la marcha que encabezó a la capital mexicana, entre febrero y marzo pasados, le parece que es un payaso.
«Lo admiraba mucho, pero se me cayó. Ahora me parece un payaso, ¿qué hizo?, vino al Zócalo, ¿a qué?, ¿qué resolvieron?, ¿quién les hizo caso?», lamentó la artista nacida en Costa Rica en declaraciones al Grupo Reforma.
«Marcos» y 23 de comandantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marcharon desde sus campamentos en el estado suroriental de Chiapas hasta la capital mexicana, a la que llegaron, desarmados y tras recorrer doce estados en dos semanas, para defender el reconocimiento constitucional de los derechos indígenas.
Después de haber movilizado a la opinión pública nacional y extranjera, rematar su marcha con una gigantesca movilización en la histórica plaza del Zócalo y, en un hecho sin precedentes, exponer sus reivindicaciones en la tribuna del Congreso federal el 28 de marzo, los zapatistas regresaron a Chiapas.
Pero el incipiente diálogo de paz abierto entonces entre el EZLN y el Gobierno del presidente Vicente Fox se frustró cuando, el 28 de abril, el Congreso aprobó una Ley de Derechos y Cultura Indígena insatisfactoria para los zapatistas, que la consideran insuficiente y lesiva para los intereses de los pueblos indios.
El EZLN, que dos días más tarde decidió interrumpir los contactos con el Gobierno, esperaba que la ley incluyera el espíritu de los Acuerdos de San Andrés, firmados en 1996 por el EZLN y el Ejecutivo, cuando lo presidía Ernesto Zedillo, de acuerdo con el texto que Fox había remitido al Congreso en diciembre.
Sin embargo, los legisladores modificaron aspectos fundamentales de esa iniciativa, elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), como la autonomía de las comunidades indígenas, su reconocimiento como sujetos de derecho público o el acceso colectivo a los recursos naturales de sus territorios.
«Ahí está sentado comiendo tres veces al día (Marcos) mientras los indígenas se mueren de hambre; era una ilusión que yo tenía, pero no hace más que estar con el trapo enredado en la cabeza y fume y fume, eso no sirve para nada», dijo Chavela Vargas, de 82 años, galardonada el pasado fin de semana con la Medalla Agustín Lara.
En el ámbito del festival internacional que se celebra anualmente en Veracruz en memoria del autor de «María Bonita», la artista declaró que una de las mejores contribuciones para la paz es la música.
«La música es una de las cosas que puede salvar al mundo, si sufro mucho, si estoy preocupada, pues oigo una buena melodía, es como un bálsamo divino, es lo más maravilloso que transporta el viento, y si hay música es un consuelo, por qué tenemos que hablar sólo de cosas desagradables, yo ruego por la paz, prefiero vivir muerta que de rodillas ante nadie», expresó.
EFE