La artista recordó hoy el largo camino que recorrió a través de toda Europa para bajar desde el quinto piso del Conservatorio del Liceo, donde estudiaba, hasta el escenario donde debutó con Arabella, de Richard Satrauss.
Montserrat Caballé recibió hoy el homenaje del teatro Liceo de Barcelona, donde debutó hace 40 años y editó para la ocasión un libro que repasa la relación de la soprano española con esta institución lírica.
Caballé fue objeto del agradecimiento de las instituciones, del público y de sus amigos en el Liceo, donde dos días antes había interpretado Henri VIII, de Saint-Saens, tras diez años de retiro de la ópera escenificada por prescripción médica.
La artista recordó hoy el largo camino que recorrió a través de toda Europa para bajar desde el quinto piso del Conservatorio del Liceo, donde estudiaba, hasta el escenario donde debutó con Arabella, de Richard Satrauss, por lo que considera que «volver a casa es volver al Liceo».
Montserrat Caballé se emocionó en varios momentos del homenaje, en el que recibió largas ovaciones y bravos de los asistentes, entre los que se encontraban la ministra de Cultura de España, Pilar del Castillo.
En un ejercicio de humildad y sentido del humor, Caballé explicó que las voces «son como el queso roquefort, que es excelente, pero no gusta a todo el mundo».
«Todo lo que hay aquí representa mi vida, mi esposo, mi hija, hermano, sobrinos, amigos», aseguró antes de reconocer que siempre fue un «ave migratoria» para quien «volver a casa es volver al Liceo».
El libro editado por esta institución es una recopilación fotográfica de 40 años de historia durante los cuales Caballé «ha creado al público del Liceo» con su interpretación de 50 personajes en dos centenares de funciones, señaló el director artístico del teatro, Joan Matabosch.
EFE
