Centenares de admiradores, entre ellos el ex presidente estadounidense George Bush, asistieron hoy, sábado, al funeral del legendario jazzista Lionel Hampton y acompañaron al féretro durante su último recorrido por el barrio de Harlem.
Este virtuoso del vibráfono, que durante seis décadas actuó junto a las más destacadas figuras del jazz, falleció el 31 de agosto en Nueva York, a los 94 años, a causa de un fallo cardiaco.
«Su legado musical, educación y dedicación cívica continuará inspirando a las generaciones venideras», indicó el presidente de EEUU, George W. Bush, en una misiva de pésame que leyó su padre durante el servicio fúnebre.
El ex presidente Bush recordó que Hampton fue un gran amigo de la familia y que durante muchos años prestó un notable apoyo al Partido Republicano.
Con la voz entrecortada por la emoción, Bush subrayó el cariño que los numerosos amigos y admiradores sentían por Hampton «y para apreciar eso no hay nada más que mirar hoy alrededor».
El féretro se depositó en una carroza blanca, que realizó un breve recorrido por las calles de Harlem, comenzando en el emblemático Cotton Club y terminando en la iglesia de Riverside, en un homenaje en el que no faltó la música ni la participación de conocidos intérpretes, como el trompetista Wynton Marsalis.
«Lionel va a seguir entre nosotros y os aseguro que ahora mismo hay una gran fiesta en marcha en el cielo», señaló el representante Charles Rangel, demócrata por Harlem.
«Sé que cuando lleguemos allá, los santos habrán estado desfilando», agregó Rangel, entre exclamaciones afirmativas de algunos asistentes en una abarrotada iglesia.
Durante su amplia trayectoria musical, Hampton colaboró con Benny Goodman, Louis Amstrong, Charlie Parker y Quincy Jones, entre otros maestros del jazz e impulsó las carreras de otros grandes intérpretes como Charlie Mingus y Dexter Gordon.
Actuó en la Casa Blanca para los presidentes Truman, Eisenhower, Johnson, Nixon, Carter, Reagan, Bush padre y Clinton, quien también envió una carta de condolencia que fue leída durante el funeral.
Hampton explicó en varias ocasiones que había descubierto su habilidad para la música durante la escuela primaria y gracias a las monjas, que le enseñaron percusión.
Años más tarde, en 1930, cuando preparaba una grabación con Amstrong, Hampton descubrió en un rincón del estudio un vibráfono y quiso probarlo.
Con menos de una hora de ensayo, Hampton se sintió entusiasmado y con la confianza suficiente como para acompañar de fondo al mítico trompetista en el tema «Memories of You».
EFE
