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The Rolling Stones se reubican en la escena musical con «A bigger bang»

El rock & roll y el blues se entrelazan, en mayor medida, en este último larga duración del legendario cuarteto británico.


Con una extensa placa de 65 minutos y 16 canciones vuelve la leyenda del rock británico. "A bigger bang" fue el título elegido por The Rolling Stones para su 24° disco de estudio.



Ocho fueron los años que debieron de esperar los fanáticos, desde "Bridges to Babylon» para oír composiciones frescas del cuarteto británico, en un disco entretenido y digerible.



El rock & roll y el blues se entrelazan, en mayor medida, en este último larga duración, que golpea de entrada con la energética "Rough Justice" y baja sus revoluciones al acercarse al single radial "Streets of love", el cuarto tema.



Lo cierto es que la entrega rescata también elementos del soul, el funk y el R&B, guiños exquisitos entre la descarga musical del sonido clásico de los liderados por Mick Jagger.



Pero no es el frontman, sino el guitarrista Keith Richards, quien se atreve en las voces en la balada "This place is empty" y sorprende con gratitud con sus característicos riffs.



Desprendido de intenciones de inventar o experimentar con nuevos acordes, "A bigger bang" es de fácil escucha, una suerte de reafirmación de principios de The Rolling Stones, conformados además por la guitarra de Ron Wood y los tambores de Charlie Watts.



Sin necesidad de demostrar lo grandes que son, "sus satánicas majestades" dejaron fluir en este LP lo más visceral de su estilo y de la mano de se reubicaron nuevamente en una escena musical que siempre tendrá un lugar reservado para ellos.

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