El autor de “Siútico” analizó en la Edición Bicentenario de SDA de El Mostrador Tv el actual contexto de la oposición y la sociedad chilena.
El escritor Óscar Contardo analizó el panorama de la Concertación a propósito de su nuevo rol como oposición, afirmando que una de las razones que le costó el poder fue que “nunca hubo un proyecto político ni nadie que estableciera una plataforma de derechos de igualdad”, por ello “su gran problema ahora es cómo hacer que uno no recuerde lo que no hicieron”.
Citando una columna de su autoría que criticaba a Ricardo Lagos por haber afirmado durante su mandato que Chile “no estaba preparado” para las uniones gays, que provocó la respuesta del ex Presidente indicando que ahora sí estaba el camino más avanzado para ello, en el Especial Bicentenario de SDA del Mostrador.TV, Contardo señaló que en este momento son las promesas no cumplidas las que le están pasando la cuenta a la fragmentada coalición.
“Ahora hay mucha gente que le está cobrando a la Concertación esas cosas, esas banderas que no agarraron, que no se atrevieron a tomar, mucha gente que dejaron en el camino, que les dio su voto durante todos estos años y que ya no se los dio más y va a pensar cincuenta veces antes de dárselo de nuevo”, expresó.
En definitiva, el también periodista indicó que el gran problema para no lograr mayores avances en materia de igualdad y derechos fue debido a que “la izquierda en Chile ha sido conservadora en términos morales desde siempre, tanto como la derecha. La idea de este progresismo, en un sentido social demócrata europeo, es muy nueva y se empieza a discutir hace no más de quince años ”, sostuvo.
La media chilena
Contardo aseguró que también se trata de un problema de la sociedad chilena, que en ciertos casos asegura ser liberal y moderna, pero muestra su apertura real cuando “esa epopeya se transforma en un relato personal, en el vecino, ahí ya no lo es tanto, ahí se mide la experiencia de cuán tolerante es”.
El autor de Siútico, el best seller donde Contardo realiza un descarnado retrato de la sociedad chilena del siglo XXI, indicó que a lo anterior se suma la falta de claridad que existe en los límites de la clase media, lo que provoca que gran parte de los chilenos se reconozca como tal.
“Como no hay representación del término, así como no hay un grupo de burguesía con identidad, es fácil que se expanda la noción, el término se difumina, entonces mucha gente puede coincidir en autocalificarse como clase media, por distintas razones, porque decir ‘soy pobre’, es difícil”, señaló.
De la misma manera, el autor que ya prepara un nuevo libro de no ficción para mayo del 2011, afirmó también que gente de altos recursos no se reconoce de “clase alta” pues “deben encontrar que es de mal tono decir que tienen plata, una vulgaridad”, finalizó.
