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La Royal Shakespeare Company celebra su cincuenta aniversario

Aunque su historia se remonta a 1879, cuando el nuevo Memorial Theatre, de esa ciudad, lanzó su primer montaje de Shakespeare, «Much Ado About Nothing» («Mucho ruido y pocas nueces»), su establecimiento oficial data de 1961.


Con la inauguración de un teatro totalmente transformado en Stratford-upon-Avon, la ciudad natal del bardo, la Royal Shakespeare Company (RSC) celebra estos días el cincuenta aniversario de su constitución como compañía.

Aunque su historia se remonta a 1879, cuando el nuevo Memorial Theatre, de esa ciudad, lanzó su primer montaje de Shakespeare, «Much Ado About Nothing» («Mucho ruido y pocas nueces»), su establecimiento oficial data de 1961.

Fue entonces cuando se anunció oficialmente que el Shakespeare Memorial Theatre se conocería en el futuro como Royal Shakespeare Theatre y la compañía llevaría el nombre de Royal Shakespeare Company.

El artífice de aquella transformación fue un joven director teatral de treinta años, Peter Hall, que no se dejó amilanar por la oposición frontal del famoso actor Laurence Olivier, director designado de un Teatro Nacional, que quería ser el único en beneficiarse de una generosa subvención pública en la capital.

El primer teatro de Stratford había quedado destruido en un incendio en 1926 y su sucesor, del que ahora ha surgido el que acaba de inaugurar la reina Isabel II, abrió sus puertas al público en 1932.

Lo diseñó entonces Elisabeth Scott y tanto los actores como los directores se quejaron siempre de la distancia entre el escenario y el público de la galería.

El genio de Hall, según explicaba recientemente el crítico Michael Coveney, consistió en tender un puente entre una generación de grandes actores como Leslie Caron, Charles Laughton, Peggy Ashcroft, Vanessa Redgrave, el propio Laurence Olivier y la siguiente, además de llevar allí a un director tan genialmente innovador como Peter Brook.

Otro tanto que se apuntó Hall consistió en contratar un segundo teatro, esta vez en Londres, el Aldwych, para su compañía, lo que posibilitó que los mismos actores representaran muchas veces a Shakespeare en Stratford y a un dramaturgo contemporáneo como Harold Pinter o Peter Weiss, en la capital.

Así, Hall consiguió, por ejemplo, recuerda Coveney, que Iam Halm interpretase a Ricardo III en el ciclo de dramas históricos de Shakespeare bautizado como «La Guerra de las Rosas» (1963) y encarnaba luego a Lenny en «The Homecoming», de Pinter.

David Warner, entonces prácticamente desconocido, hizo un Hamlet memorable en una puesta en escena del propio Hall, en la que otra famosa actriz, Glenda Jackson, interpretó a Ofelia.

Al mismo tiempo, Jackson trabajaba bajo las órdenes de Peter Brook en varias producciones de su «teatro de la crueldad», entre otras, dando vida a Charlotte Corday en «Marat-Sade», del dramaturgo alemán Peter Weiss.

Trevor Nunn sucedió a Hall como director artístico de la RSC en 1968, y Brook, que obtendría en 1970 un éxito mundial con su producción de «Sueño de una noche de verano», terminó marchándose a París, donde fundó una nueva compañía, el Teatro Internacional de Investigaciones Teatrales.

En 1982, con la apertura en Londres del nuevo centro Barbican, la RSC obtuvo una nueva base mientras el teatro de Stratford acogía interesantes producciones con grandes actores como el Ricardo III de Antony Sher, el Enrique V, de Kenneth Branagh, o el rey Lear, de Michael Gambon.

Nunn y Terry Hands compartían la dirección de la RSC cuando se inauguró un nuevo escenario en Statford, el Swan, con un auditorio de 430 asientos, dedicado a las obras de otros dramaturgos isabelinos como John Fletcher, así como a autores teatrales del continente, junto a alguna que otra obra de Shakespeare.

El cuarto director artístico de la compañía, Adrian Noble, nombrado en 1991, fue objeto de fuertes críticas después de que decidiese cortar las relaciones con el Barbican en 2002 y, bastante infeliz, terminó abandonando el cargo al año siguiente.

El nuevo y actual director es Michael Boyd, que asumió el cargo en 2003 y consiguió dar la vuelta a un teatro deficitario.

Entre sus éxitos figura el lanzamiento en abril de 2006, con la colaboración de otras compañías teatrales, de un festival en el que se representaron durante un año todas las obras del bardo: treinta y siete en total, quince de ellas producidas por la RSC.

Ahora, en su remozado teatro, la Royal Shakespeare Company representa de nuevo «El Rey Lear» y «Romeo y Julieta» mientras en su anexo más pequeño, The Swan, se estrena «Doble Falsedad», una obra perdida de Shakespeare y su contemporáneo Fletcher, inspirada en un personaje cervantino, Cardenio de «Don Quijote de la Mancha».

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